A raíz de las denuncias por presuntas estafas con criptomonedas que salieron a la luz durante las últimas semanas en distintos lugares de Argentina, entre ellos las ciudades de Casilda y San Pedro, Daiana Banegas, founder de Mujeres en Bitcoin, brindó consejos y recomendaciones a tener en cuenta para lograr identificar si un proyecto es legítimo o un posible fraude.
La especialista en el mundo cripto explicó que los activos digitales “mezclan la tecnología y el dinero”, dos cosas de las que, en general, la población no tiene un conocimiento muy acabado. “Cuando se combinan, junto a la necesidad de consumo frustrado, la inflación, la intención de los argentinos de mantener actualizados sus ingresos, dan lugar a vulnerabilidades que nos dejan susceptibles a situaciones como las que pasaron en San Pedro”, dijo.
Es por ello que enumeró algunos consejos prácticos que se adaptan a los diferentes niveles de usuarios que existen, desde los nuevos a los de mayor conocimiento en el tema.
Lo primero es apelar al sentido común. “Si prometen algo demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo sea. Algunos proyectos fraudulentos prometen renta fija en dólares y cosas exorbitantes que son poco convencionales comparadas con el mercado financiero tradicional –como invertir en bonos– y una ganancia exorbitante comparado a cualquier otro producto cripto en ese momento determinado”, precisó este miércoles en diálogo con Cada día (El Tres).
Banegas expresó que el estándar de seguridad más alto que se conoce es Bitcoin, una criptomoneda y sistema de pago descentralizado de los más conocidos en el mundo: “Empezar por ahí –a invertir– y en pequeñas cantidades es recomendable. Una vez que se comprende cómo se compensan ganancias y pérdidas, y tengo los parámetros claros, se puede ir por proyectos de mayor riesgo”.
Otro método que puede ayudar a evitar caer en estafas es no tomar decisiones que no se tomarían en el mercado financiero tradicional. “Yo no le daría dinero a alguien que pasa por la calle y me promete una ganancia. O no le diría a mis padres que lo hagan”, apuntó la especialista en cripto.
Las señales de alarma generales también aparecen cuando prometen una mejora en la ganancia al traer a más personas. “Bitcoin no tiene amigos, yo no tengo mayores ganancias por traer amigos. Ningún proyecto cripto légitimo lo va a proponer, esas estructuras son propias de los sistemas piramidales”, definió.
Bitcoin “no tiene barrera de ingresos, es decir que no hay un mínimo para comprar” y se puede empezar a través de alguno de los servicios que hay en Argentina “con 5, 15 o 20 mil pesos”, aclaró y agregó que no hay penalizaciones por retirar el capital antes de determinado tiempo, un recurso que usan como amenaza los proyectos fraudulentos para conseguir que los usuarios dejen su dinero.
¿Se puede comprobar la legitimidad de una plataforma?
En este sentido, para Banegas existe una especie de gris porque no hay en la actualidad un sitio de la Comisión Nacional de Valores (CNV) que muestre información y detalles sobre los proyectos existentes en cuanto a criptomonedas. Hay sitios que listan proyectos y muestran detalles e información técnica, pero no los validan.
Cobra relevancia –explicó– verificar que el sitio web al que se accede cumpla con las normas de seguridad: “En Argentina hay una legislación que busca empadronar a los proveedores de servicios con activos virtuales, para los que proveen liquidez y dan pesos a partir de una cripto o viceversa, pero no habla de la criptomenda en sí”.
Dicha legislación del gobierno nacional derivó en la creación del Registro de Proveedores de Servicios de Activos Virtuales (PSAV).
En el caso de RainbowEx, la plataforma de supuestas inversiones en criptomonedas que dejó un tendal de denuncias por estafas en San Pedro, se promocionan como un exchange –una plataforma de intercambio– pero terminan su proyecto con una cripto propia, algo que no se está validando ni certificando ningún país del mundo.
Banegas mencionó al sitio CoinMarketCap como una herramienta de utilidad para obtener información sobre unos nueve millones de proyectos de criptomendas que hay en el planeta. Ofrece datos del capital total y cantidad de monedas que se intercambian en tiempo real, que configuran “elementos para empezar a analizar un proyecto”.
Para la especialista, las economías descentralizadas tienen de bueno lo que también de riesgoso. “Personas que no nos conocemos podemos crear nuestra unidad de representación de valor, lanzarla al mercado global y que alguien la acepte para intercambiarla por otros bienes, servicios o cripto. Se puede hacer sin autorización gracias a las bondades de Internet. Hay muchos proyectos legítimos y de gran valor, pero otros con intenciones fraudulentas detrás para quedarse con el patrimonio de las víctimas”, concluyó.