La Municipalidad de Rosario clausuró 80 chatarrerías este año en el marco de 121 operativos llevados adelante con el gobierno provincial, en los que se secuestraron más de 20 toneladas de materiales supuestamente robados y se detuvieron 31 personas. Además, la Secretaría de Control local presentó 25 denuncias penales en la Justicia
En el marco de un fuerte incremento de intervenciones en calle y en comercios a cargo de la Secretaría de Control y Convivencia municipal, junto al gobierno provincial, en lo que va de 2024 se hicieron 121 operativos de inspección a chatarrerías. De ese total, 80 fueron clausuradas o vueltas a clausurar luego de haber violado la sanción original. El dato marca un incremento en relación con años anteriores y, también, al 2023, cuando se habían clausurado 69 en 98 operativos, detallaron fuentes oficiales.
En ese contexto, en este año también se destaca la importante cifra de material secuestrado, que asciende a más de 20 toneladas. Y la detención, siempre junto al gobierno de la provincia de Santa Fe, de 31 personas responsables de estos establecimientos. Asimismo, se presentaron 25 denuncias penales en la Justicia.
“Una de las cosas más destacables es que este año no solo hemos hecho varias intervenciones, sino también grandes decomisos con muchísimo material hallado. Hubo operativos realmente muy importantes. Lo que queremos con este tipo de acciones conjuntas con el gobierno provincial a través de la Policía es cortar el robo y el vandalismo que vive el vecino día a día. Esto es pegarle al segundo eslabón, que son quienes le compran a los que roban para luego vender. Y los buenos resultados ya están a la vista”, explicó el secretario de Control municipal, Diego Herrera.
“La premisa de nuestro intendente Pablo Javkin es profundizar este trabajo para la generación de entornos seguros en la ciudad para la tranquilidad de los vecinos. Las denuncias por robo de metales, cables, cobre, medidores de gas y de agua, picaportes y demás más vienen disminuyendo. Y eso para nosotros es muy valioso”, añadió el funcionario.
Vale recordar que el trabajo conjunto con el gobierno provincial se acentuó a partir de febrero, cuando los estados municipal y provincial firmaron un convenio marco de colaboración para desarrollar tareas de manera mancomunada y coordinada a fin de posibilitar la prevención de la actividad delictiva vinculada con la sustracción de cobre y materiales ferrosos, además de automotores.
En concreto, desde los primeros días del año a hoy, la Municipalidad de Rosario realizó 121 inspecciones. Todas las intervenciones se hicieron en conjunto con personal policial dependiente del Ministerio de Seguridad de la Provincia. De ese total, 80 fueron clausuradas.
Cabe remarcar que dentro de eso hubo casos de violaciones de clausura. Eso significa que estos lugares ya habían sido cerrados anteriormente y volvieron a ejercer la actividad de manera irregular, sin haber “levantado” la sanción previa.
El trabajo mancomunado entre Provincia, municipio y el Ministerio Público de la Acusación también generó mayor celeridad en las acciones y posibilitó profundizar las intervenciones. Los fiscales han estado presentes librando órdenes de allanamiento y ordenando detenciones cuando fueran necesarias. Así, se detuvieron a 31 individuos en este año de trabajo. Mientras que el área legal de la Secretaría de Control presentó 25 denuncias penales en la Justicia.
En los operativos que dieron resultado positivo se hallaron, entre otros, elementos de dudosa procedencia como autopartes de motos y autos con la numeración limada; medidores y caños de agua y gas, baterías de vehículos y de alarmas, discos de frenos, pistones, frenos de motos, válvulas de gas de cocina, picaportes, grifería de baños y hasta dinero en efectivo sin poder justificar.
Este tipo de situaciones llevó a que las empresas de servicios como ASSA, la EPE y Litoral Gas comenzaran a acompañar los operativos a pedido de la Municipalidad para poder reconocer elementos que les fueron sustraídos y terminan en estos desarmaderos y chatarrerías.
Cabe destacar además que los lugares que se allanaron en este período fueron producto del trabajo de distintas investigaciones, pero que en algunos casos contenían la particularidad que se iniciaron tras las denuncias de los vecinos.
En tanto, además hubo operativos donde se incautaron armas y municiones no registradas. Entre otros elementos, se encontraron balas, cartuchos, tumberas y, en algún caso, hasta rifles de aire comprimido o de largo alcance. En algunos casos también se hallaron bicicletas, luminarias y columnas de alumbrado públicas, las cuales fueron recuperadas y vueltas a colocar.