La segunda jornada de alegatos del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa comenzó este jueves al mediodía con la palabra de la mamá de la víctima y terminó con el pedido de disuclpas de todos los acusados. El tribunal sorprendió con un cambio en la fecha del veredicto que se esperaba para la semana que viene: será el 6 de febrero.
Luego de las palabras de Graciela Sosa, el abogado defensor Hugo Tomei realizó su alegato final con la misma estrategia que mantuvo a lo largo de todo el juicio. Tomei insistió en que el crimen del joven estudiante de abogacía fue en el contexto de una pelea y apuntó contra la condena social y mediática sobre los rugbiers.
Con esto apunta a que la condena a sus defendidos se dé bajo la carátula de "homicidio en riña o agresión", que según el artículo 95 del Código Penal prevé una pena de entre 2 y 6 años de prisión.
Tras el cuarto intermedio, los ocho rugbiers tomaron la palabra. Fueron breves: pidieron disculpas y agradecieron el tiempo brindado para que pudieran hacer sus defensas.
Sólo Thomsen (23) se quebró al pedir perdón. Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23) fueron acotados en sus palabras.
Las denominadas "últimas palabras" son una garantía prevista en el artículo 368 del Código Procesal Penal bonaerense, que establece que, como último acto, el presidente o la presidenta del tribunal "preguntará a la persona imputada, bajo sanción de nulidad, si tiene algo que manifestar" y luego "cerrará el debate".
En los casos de Viollaz, Benicelli y Comelli, fue además la posibilidad de decir algo por primera vez desde que el juicio se puso en marcha el último 2 de enero, ya que son los únicos tres acusados que no rompieron su silencio durante las 13 jornadas de testimonios.
En la primera jornada de alegatos, tanto el Ministerio Público Fiscal y los abogados de la familia Báez Sosa coincidieron en pedir la prisión perpetua para los ocho acusados al considerarlos coautores del delito de "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas" en concurso ideal con las "lesiones leves" por la golpiza a los amigos de la víctima.
En su alegato, Dávila aseguró que los ocho imputados son "coautores" del homicidio porque tuvieron "el co-dominio del hecho, la posibilidad de emprender, proseguir y detener el curso causal del delito".
De esta manera, el fiscal ratificó la acusación que postuló al comenzar el juicio el 2 de este mes, al afirmar que todos los imputados tuvieron una participación activa en el crimen del joven estudiante de abogacía.
Al igual que en las audiencias anteriores, los padres de Fernando, Silvino Báez y Graciela Sosa, estuvieron presentes durante toda la jornada que continuó por la tarde con los alegatos de sus abogados Fernando Burlando, Fabián y Facundo Améndola.
Burlando adhirió al pedido de la fiscalía, sostuvo que "todos" los imputados tuvieron la "voluntad de matar" y planearon una "cacería humana", mientras que la víctima fue "fusilada a golpes y patadas".