Este miércoles se reanudó el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa con el inicio de la primera jornada de alegatos. Ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores, la fiscalía solicitó que los ocho acusados sean condenados a prisión perpetua por el delito de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso ideal con lesiones”. Además, solicitó que a T.I.C. (el rugbier N°11) y Juan Pedro Guarino se les abra una causa por falso testimonio.
“Todos hemos visto que se ubicaron a dos o tres metros de donde se estaba produciendo el ataque. Quedaron inmutados y no se acordaron de nada de lo que pasó, por lo tanto, no tengo dudas de estas personas por una omisión, mintieron”, sostuvo el fiscal Juan Manuel Dávila durante su exposición.
Ambos jóvenes veraneaban en Villa Gesell y compartían salidas junto a los ocho acusados en aquel enero de 2020, aunque en el caso de TIC no se hospedaba en la misma casa que el resto. El que también formaba parte del grupo era Alejo Milanesi. De hecho, este último y Guarino estuvieron tres semanas detenidos. Se había sospechado de ellos porque presentaban lesiones que podían ser compatibles con golpes. Pero con el avance de la investigación, la fiscal Verónica Zamboni finalmente los sobreseyó: no había pruebas en su contra para acusarlos de la golpiza o de impedir a los amigos de Fernando que lo defendieran mientras era pateado en el cráneo hasta la muerte.
Guarino fue citado por pedido de la defensa y prestó declaración el lunes de la semana pasada. Aquella vez, se mostró arrepentido. “Quiero darle mis condolencias a la familia. Nunca pude hacerlo. Fue por respeto. Quería que vieran que no estaba en la causa, que era sincero, todos los días desde que pasó me pregunto si podría haber hecho algo para que no pasara”, dijo al tomar la palabra.
Durante su testimonial, detalló lo que recordaba de la noche del crimen y señaló a los imputados: “Salgo y veo a mi izquierda que Luciano Pertossi se estaba peleando con otro chico. Él cruza y voy a ver cómo estaba. En eso viene Ciro Pertossi y luego escucho gritos a mi derecha, Luciano y Ciro se levantan y se van. Yo imaginé que iban a pelearse de vuelta y no lo podía creer. Por lo que yo miro, veo a todos los otros los perdí y veo a Máximo Thomsen y a un chico tirado en el piso que después me entero de quién era. Cuando vi eso no lo podía creer me enojé muchísimo y me fui”.
Su alejamiento, según explicó, fue porque estaba cansado de los hechos violentos protagonizados por sus ex amigos: “Habíamos ido de vacaciones a pasarla bien, ellos ya se habían peleado otras veces. Yo había hablado con mi mamá y mi novia que, si volvía a pasar, yo me iba a volver de las vacaciones”. “No fue difícil señalarlos, quiero que se hagan cargo de lo que hicieron”, dijo al retirarse de la sala, en un breve diálogo con la prensa.
Tras la declaración de Guarino, ese mismo lunes se esperaba el turno de Alejo Milanesi, el otro joven que integraba el grupo de los imputados y que fue sobreseído por falta de mérito. Sin embargo, tanto la querella como la defensa, desistieron de su testimonio.
Quien sí habló ante los jueces y las partes fue TIC. Se trata del joven de Zárate señalado como el “rugbier número 11″, que era menor de edad al momento del hecho y acompañaba a los acusados aquel 18 de enero de 2020, pero que nunca fue imputado en el expediente por falta de pruebas.
Dijo que conocía a todos los imputados, que con Luciano Pertossi fue compañero de colegio y que con el resto eran “conocidos de la vida”. Luego, identificó a Máximo Thomsen, Ayrton Viollaz y Ciro Pertossi en medio del ataque a Fernando, aunque sin más precisiones sobre qué hacía cada uno.
“Me acerco y me muevo en forma de medialuna en la zona de la pelea, me quedé parado mirando para todos lados, se escuchaban gritos. Recuerdo tener cerca a Máximo Thomsen y a Ciro (Pertossi). Había gritos por todos lados, no sabía qué hacer. En un momento vi a alguien en el piso y ahí le pongo el brazo a Máximo en el pecho y lo tiro para atrás, yo no soy de pelearme, lo hice con intención de que no se pelee más. Hice eso y me miró, pero no puedo recordar si continuó. No recuerdo si pegaron, no estoy seguro, no vi bien”, relató.
El testigo fue consultado sobre qué concepto tiene respecto de los acusados. TIC respondió: “No puedo dar un concepto porque para mí son buenos chicos”.
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