Familiares y amigos de Cesar Roldán, el colectivero que fue asesinado de siete disparos cuando cumplía servicio en la línea 116, se reunieron este viernes en Eva Perón y Cullen, el sitio del ataque, para recordarlo con una suelta de globos. Ese acto, además, sirvió a modo de protesta porque, según expresan, la causa no tiene novedades.
El hecho causó profunda conmoción entre los rosarinos y este viernes, Belén, la esposa de Cesar, leyó unas palabras en su memoria Visiblemente conmocionada, explicó que su lema de "transformar el dolor en amor".
El colectivero estaba completamente ajeno al delito o a las personas que mantienen una confrontación callejera mediante un cartel dejado en hecho de conmoción pública. Sus compañeros de trabajo se sumaron a la protesta, ya que consideran que "pudo haberle tocado a cualquiera" de ellos.
Incluso, los familiares anunciaron que ese día Cesar no debía trabajar, pero había cambiado su día de franco para poder llevar a su hijo a un torneo de fútbol.
"Siempre con esa sonrisa hermosa que me alegraba la vida, el que hacía realidad mis sueños y el de nuestros hijos", expresó Belén en su emotivo relato.
"No te das una idea de los comentarios lindos que me hicieron los pasajeros que te conocieron en todo este tiempo", agregó. Y leyó un comentario recibido en las redes: el de una mamá que describía la relación que tenía en cada viaje con su niñita: "El le hacía seña de luces a mi nena de dos años y ella me decía «ahí viene mi amigo»"
Al grito de "Cesar presente" soltaron decenas de globos que se fundieron en el cielo.
Horacio, uno de los amigos, expresó: "No hay palabras para describir esto. Volver acá después de dos meses es muy difícil, queremos que sepa que vamos a estar siempre".
Otro de sus colegas agregó: "No se porque tardan tanto en esclarecer y encontrar a los responsables de lo que pasó. No avanzó en nada la causa, no sabemos qué hay que hacer para encontrar justicia"