El aceite de oliva, un codiciado extracto de las aceitunas maduras, se utiliza en el mundo desde hace más de 2000 años. Sus beneficios cada vez son más conocidos y, por ende, se trata de uno de los aceites más inculcados en quienes buscan cambios de hábitos en su alimentación.

Existen distintos tipos, como el extra virgen, virgen, normal, de orujo; y su principal diferencia radica en el nivel de calidad en la producción y grado de acidez que aporta.

Sus beneficios para salud digestiva, cognitiva, cardiovascular, y metabólica le han ganado el apodo del "oro líquido" tanto en las mejores cocinas del mundo, como en los consultorios de nutrición más reconocidos.

El aceite de oliva mejora el sabor de los alimentos (amazon.es)

Los beneficios del aceite de oliva

-Previene el "colesterol malo" gracias a su Vitamina E y sus grasas monoinsaturadas.

-Funciona como antioxidante, evitando el envejecimiento celular y la formación de células cancerosas o el desarrollo de enfermedades degenerativas, debido a que es rico en polifenoles.

-Controla los niveles de glucosa en sangre y mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular porque aporta "colesterol bueno".

-Fortalece la composición de los huesos como consecuencia del calcio y el hierro.

-Mejora el sabor de los alimentos, lo que reduce el consumo de sodio, por su contenido de grasas.

El aceite de oliva funciona como antioxidante, pudiendo utilizarse en diversas recetas (pixabay.com)

-Facilita la digestión gracias a que la amplia presencia de magnesio, fósforo y zinc en su composición.

-Mejora la apariencia de la piel y el cabello debido a que es rico en Vitamina A, D y K.

Fuente: Glamour.