“Necesitamos su apoyo: en 2022, la tecnología moderna es quizá la mejor respuesta a los tanques, los lanzacohetes y los misiles. Estoy seguro de que no sólo escucharán, sino que harán todo lo posible para proteger a Ucrania, a Europa y, finalmente, a todo el mundo democrático de la sangrienta agresión autoritaria”. Así pedía ayuda el viceprimer ministro ucraniano, Mykhailo Fedorov, en un tuit en el que etiquetaba a Xbox y Playstation solicitando que cancelaran los lanzamientos de juegos en Rusia.

Este insólito pedido es una de las tantas formas en la que el gobierno ucraniano busca presionar a Rusia afectando directamente a sus ciudadanos. La solicitud de Fedorov respecto al mundo del gaming también incluyó bloquear temporalmente todas las cuentas rusas y bielorrusas, detener la participación de equipos y jugadores rusos y bielorrusos en todos los eventos internacionales de esports, y cancelar todos los eventos internacionales que se celebren en el territorio de Rusia y Bielorrusia.

Pese a que desde Xbox y Playstation aún no respondieron al pedido de boicot, en parte el llamado surtió efecto; rápidamente y “en solidaridad con el pueblo ucraniano”, el gigante de los videojuegos Electronic Arts anunció la decisión de eliminar a la selección nacional rusa y a todos los clubes de fútbol de dicho país de todas las versiones activas de la popular franquicia deportiva FIFA.

EA Sports removió a todos los equipos rusos y al seleccionado de todas las versiones del juego FIFA

Sin dudas, la invasión de Rusia a Ucrania introdujo un nuevo frente de batalla: Internet. Antes de producirse la invasión con tanques e infantería sobre el terreno, los primeros intercambios de disparos se dieron en forma de paquetes de datos a través de cantidad de ataques informáticos, tanto de parte de grupos de hacking vinculados a los servicios secretos de Rusia y Bielrusia como de hacktivistas pro-ucranianos. Pero una vez iniciadas las maniobras de ocupación y los posteriores bombardeos, a los ciberataques se les sumó una serie de bloqueos por parte de empresas tecnológicas que limitaron o finalizaron por completo sus operaciones en Rusia.

Siguiendo las sanciones económicas impuestas por los Estados Unidos y la Comunidad Europea que restringieron las transferencias hacia y desde bancos rusos, los servicios de pago de Apple Pay, Google Pay y otras billeteras digitales vinculadas a los bancos penalizados fueron rápidamente suspendidas. La medida impactó directamente en los ciudadanos, quienes sorpresivamente descubrieron que no podían pagar el transporte público con sus teléfonos -hábito ampliamente extendido-, provocando largas colas y retrasos mientras se agolpaban frente a los paralizados molinetes del metro de Moscú.

Largas colas en el metro de Moscú al dejar de funcionar Apple Pay y Google Pay

La semana pasada y con el comienzo de las sanciones económicas internacionales, Apple dejó de exportar sus productos a Rusia. Apenas unos días después, anunciaba que suspendía por tiempo indeterminado la venta de sus iPhones, iPads, Macbooks y demás hardware en dicho país, tanto online como en las tiendas físicas de la compañía. También eliminó las aplicaciones de noticias de Rusia Today y Sputnik -financiadas por el estado- de la App Store en todos los países por fuera de Rusia y al mismo tiempo deshabilitó la información de tráfico en tiempo real de Apple Maps en Ucrania para entorpecer el seguimiento del movimiento de los ciudadanos ucranianos por parte de los analistas de inteligencia rusos.

En una medida similar, Google también desactivó los datos de tránsito de Ucrania en Google Maps y bloqueó los canales de YouTube de RT y Sputnik en la Unión Europea. El bloqueo de Google también es económico, impidiendo a los medios de comunicación rusos financiados por el estado utilizar sus herramientas de tecnología publicitaria para generar ingresos en sitios web, aplicaciones y canales de Youtube.

El coloso de las redes sociales Meta ya había tomado una medida semejante a principios de semana, al dejar de recomendar algorítmicamente las cuentas de estas agencias de noticias tanto en Facebook como en Instagram. Además, prohibieron a los medios de comunicación estatales rusos publicar anuncios o monetizar en la plataforma en cualquier parte del mundo. La misma línea siguió Microsoft, eliminando las aplicaciones de noticias rusas de su tienda de aplicaciones en todo el mundo, reduciendo la visibilidad de estos medios informativos en los resultados del buscador Bing y prohibiendo los anuncios patrocinados por el estado ruso. No obstante, a última hora del viernes -y siguiendo los pasos de Apple- anunció además la suspensión de la venta de sus productos y servicios en todo el país.

En 2022, la tecnología moderna es quizá la mejor respuesta a los tanques, los lanzacohetes y los misiles

La popular aplicación de microvideos TikTok prohibió el acceso de las organizaciones estatales rusas a la plataforma, mientras que Twitter decidió etiquetar las cuentas y tuits de fuentes vinculadas al estado ruso para alertar que el contenido podría tener una tendencia conveniente al discurso del Kremlin.

El pasado martes, Spotify también se sumó al cerco informativo, retirando de su catálogo el contenido creado por los canales estatales RT y Sputnik del mercado internacional. Dos días después anunció el cierre por tiempo indefinido de su oficina en Moscú, apenas un mes después de haberla abierto, obligada por una ley sancionada el año pasado que exige a las empresas tecnológicas extranjeras con una base de más de 500.000 usuarios establecer una representación en el país.

La firma de alquileres temporarios Airbnb también decidió dejar de operar tanto en Rusia como en Bielorrusia, bloqueando los calendarios de reservas en ambos países hasta nuevo aviso. Como medida adicional, también impedirá a ciudadanos rusos y bielorrusos la posibilidad de realizar nuevas reservas como huéspedes en cualquier lugar del mundo. Al éxodo de empresas tecnológicas también se le sumó la consultora Accenture, quien también decidió finalizar las operaciones en ese país: “Agradecemos a nuestros casi 2.300 colegas en Rusia su dedicación y servicio", dijo la firma en un comunicado donde también anunció la donación de cinco millones de dólares a organizaciones sin fines de lucro que trabajan para ayudar a la población de Ucrania.

Filas para retirar dinero de los cajeros automáticos en San Petersburgo

La salida de estas empresas no está totalmente vinculada a una posición política o moral, sino que es una decisión económica forzada por las sanciones financieras impuestas a Rusia por la comunidad internacional. La desconección de los principales bancos rusos del sistema internacional de pagos SWIFT impide transferir el dinero a las casas matrices, a lo que se le suma el bloqueo de Visa y Mastercard, empresas que engloban el 75% de las transacciones con tarjeta en ese país.

El ruso de a pié comienza a sentir el efecto dominó de las restricciones, que redunda en depreciación de la moneda, largas colas en los cajeros para asegurarse rublos crocantes y mayores complicaciones para contratar servicios en el exterior, como alojamiento en la nube, suscripciones de software o servicios de streaming. Comparado con el horror de sufrir un bombardeo, no parece ser un gran padecimiento.