“Parecieran ser más efectivas para prevenir la infección sintomática” mientras que las que utilizan vectores virales lo serían “para reducir la mortalidad”.
El trabajo de investigación, publicado esta semana en la revista especializada Plos One, fue liderado por investigadores del Copenhagen Trial Unit y firmado por científicos de Canadá, Reino Unido, Zambia, Nigeria y dos argentinos, miembros del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS).
El estudio científico afirma que “la eficacia en la prevención de Covid-19 mostró ser de 95% para las vacunas de ARN mensajero; 61% para las vacunas inactivadas (como las de Sinovac y Sinopharm); 77% para las de subunidades proteicas (como Novavax) y 68% para las de vectores virales (como Sputnik V o las de AstraZeneca y Janssen)”.
En tanto, “cuando se valoró su capacidad de prevenir muertes, todas las vacunas mostraron ser más efectivas que los placebos o controles, pero las de vectores virales tuvieron el efecto más marcado”.
Para llevar a cabo el informe, los especialistas analizaron 35 investigaciones sobre vacunas de distintas plataformas, publicadas hasta el 17 de junio de 2021, y utilizaron una metodología denominada “revisión sistemática viva con análisis secuencial de ensayos y un metaanálisis en red”, que permite sintetizar todas las publicaciones previas sobre el tema y hacer comparaciones de eficacia y seguridad entre distintos productos”, precisó el IECS a través de un comunicado.
Se trata, según el IECS, institución académica afiliada a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), del análisis más exhaustivo de ensayos clínicos sobre vacunas contra Covid-19 realizado hasta el momento.
Agustín Ciapponi, director del Centro Cochrane Argentino del IECS, doctor en Salud Pública e investigador del Conicet, señaló en diálogo con Télam que: “La evidencia demuestra que todas las vacunas son efectivas para prevenir Covid-19 y especialmente las complicaciones serias de la enfermedad, incluida la muerte”.
Por ello, “espero que este trabajo contribuya a eliminar las dudas de quienes desconocen o todavía desconfían de los beneficios de vacunación y aún no se han inmunizado, así como de quienes se vacunaron, pero no completaron el esquema recomendado”, afirmó el especialista.
También precisó que si bien "el beneficio de todas las vacunas es indiscutible, las de ARN mensajero (elaboradas por Pfizer/BioNTech y Moderna) parecieran más efectivas para prevenir la infección sintomática y las de vectores virales (como la Sputnik V o la de AstraZeneca) parecieran más efectivas para reducir la mortalidad”.
Además, el estudio aporta una metodología que consideró “rigurosa” para establecer comparaciones entre las diferentes vacunas “aun cuando se hubieran ensayado en poblaciones distintas” ya que “el metaanálisis en red permite sopesar en forma simultánea múltiples tratamientos o intervenciones preventivas -no solo dos- para una enfermedad dada, pudiendo establecer un ranking sobre su utilidad”.
“Contar con un ranking sobre mejores opciones permite una decisión mejor informada sobre qué tratamiento o intervención es óptimo para los pacientes, y a la vez sirve en salud pública para asistir decisiones sobre políticas de cobertura”, agregó el otro autor argentino de este trabajo, Ariel Bardach, máster en Epidemiología y director del Centro de Investigaciones en Epidemiología y Salud Pública (CIESP), una unidad ejecutora de doble dependencia Conicet-IECS.