Hans Asperger (1906-1980) dio a conocer mundialmente un síndrome, es decir, un conjunto de síntomas que conforman un trastorno. El mismo se ubica dentro del Trastorno de Espectro Autista, siendo uno de los cuadros más leves. Cuanto antes se detecte, mejor será su pronóstico y evolución. El pediatra, investigador y psiquiatra supo alertar sobre la detección precoz enfocado en los niños. Desde 2007 en su honor, cada 18 de febrero se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Asperger.
Si bien existe un gran abanico de variables, todas las personas que padecen este trastorno tienen en común las distintas alteraciones en múltiples áreas del desarrollo como la interacción social, anomalías en la comunicación y una serie de comportamientos, intereses y actividades estereotipados.
Además de la detección precoz y un correcto acompañamiento por parte de los profesionales, es importante crear una red sólida incluyendo a la familia completa. Para ello, el psicólogo y experto en la temática Tony Attwood, supo brindar algunos tips para propiciar y fomentar el refuerzo de habilidades sociales en niños y adolescentes con Asperger.
- Enseñar habilidades prácticas para integrarse en entornos sociales:
Es importante practicar frases de apertura que brindarán seguridad al niño, tales como “¿Podés ayudarme con esto?” o “¿Puedo jugar yo también?”.
- Fomentar la observación:
Algunas personas con este trastorno que ya son adultas, supieron declarar que algo que los ayudó mucho para aprender habilidades sociales fue el hecho de observar cómo se desenvolvían otros niños y adolescentes en ciertas situaciones, y comenzar a imitarlos. La escucha atenta, la participación en juegos, aprender a respetar turnos y la importancia del contacto visual, son algunas de las conductas que se pueden aprender desde la observación.
- Usar la técnica de “historias sociales”:
Esta técnica es sumamente útil para crear historias cortas y así relatar acerca de situaciones cotidianas, pudiendo dar cuenta de señales sociales y las acciones realizadas ante situaciones específicas. La historia social es una descripción detallada de un determinado evento, como por ejemplo relatar cómo es el ingreso al aula: “Llego, miro a mi compañero de banco a los ojos y le digo ‘buenos días’”.
- Fomentar el contacto visual:
Es uno de los hitos más importantes de aprender en este trastorno, ya que suele ser una de las principales resistencias. Sin embargo, al ser una habilidad que se puede aprender y practicar, fomentarla en casa es una de las tareas en la que la familia puede acompañar sin inconvenientes.
- Identificar momentos que ocurren de manera natural:
Esto permitirá que, cuando el niño responda y utilice correctamente las habilidades sociales, las mismas sean reforzadas. Esto puede realizarse a través de frases como “qué bueno que estuvo eso”, o “fuiste muy amable al decir eso”.
- Hablar sobre sentimientos y pensamientos personales:
Este ejercicio es útil para toda la familia, ya que por lo general son temáticas que no se expresan y conllevan distintas dificultades, aunque no sea padezca este trastorno en particular. Por eso, inculcarlo como una actividad familiar será sumamente enriquecedor para todos los miembros. Así, hablar sobre una situación y luego explicar cómo eso lo hizo sentir, o qué emoción predominó durante ese día, es un gran avance.
- Enseñar metáforas y otros recursos del habla:
La dificultad para comprender el doble sentido, es una de las características más marcadas del Asperger. Por eso, se suele hablar del uso de la literalidad constante y que existan ciertas molestias ante expresiones comunes que se naturalizan y no se analizan socialmente de esa manera. Por ejemplo, la frase “siento que voy a explotar” tras haber ingerido alimentos, puede no ser comprendida como una metáfora, sino que el niño tenderá a preocuparse realmente por esa cuestión.
- Utilizar una “frase de seguridad”:
Cuando el niño se sienta en apuros, inseguros o confundidos, tener una frase de cabecera será sumamente importante. Una explicación simple como “no estoy seguro de qué hacer o qué decir ahora”, colaborará con la ayuda que se le pueda brindar en ese momento, lo que reducirá la ansiedad y el estrés que, de otra manera, se generarían para el niño.