En los niños existen dos etapas: la primera la de la infección aguda que cursa con escasos síntomas que por lo general son leves, los que no llegan a la gravedad que esta infección causa en los adultos. Hacen un poco de fiebre, dolores abdominales, molestias intestinales, algún rash cutáneo, secreción nasal, etc, pero rara vez vemos en ellos neumonías ni procesos inflamatorios, como sí se ven en el adulto.
Por lo general, a la infección covid los niños la pasan bien salvo en aquellos casos que los niños tengan una comorbilidad lo que puede agravar el caso.
En una segunda etapa, algunos pueden cursar el síndrome inflamatorio post covid (MIS-C, son sus siglas en inglés). Se trata de una inflamación que se produce a las tres semanas de haber padecido covid el niño, y cursa con fiebre, dolores agudos abdominales por inflamación en la cadena de ganglios abdominales. Los análisis nos marcan que hay variaciones que indican que ese niño ha generado anticuerpos.
La llamamos “tormenta inflamatoria” que no sucede por la infección viral, sino por una respuesta inmune secundaria a la infección viral, pero que puede ser más grave que la infección viral padecida. Se da a las tres semanas que es cuando el sistema inmune ha reconocido virus y se genera una reacción inflamatoria, a la que nosotros llamamos “tormenta de citoquinas”, la que puede producir “tocamiento” de diferentes órganos; entre otros el corazón, donde se produce inflamación del miocardio, del pericardio, con dilatación de las arterias coronarias, que son las encargadas de llevar la sangre al corazón.
El corazón puede tener más líquidos y producir una miocarditis. Todo esto es diferente a lo que sucede con el adulto. Ahora sabemos que el virus afecta de manera diferente al adulto, en el que este proceso se produce en la etapa aguda de la infección.
Tratados a tiempo los pacientes responden satisfactoriamente. A los niños con proceso inflamatorio pos covid lo tratamos con una tríada de antiinflamatorios: aspirina en alta dosis, con corticoides y con gamma globulina; con este tratamiento se reduce la inflamación y las lesiones causadas se revierten. Siempre que a ese niño lo tratemos a tiempo.
Debemos estar atentos a la aparición de síntomas tres semanas posteriores a haber contraído covid. Cuando esto ocurre, el niño se interna, ya que es muy factible que esté con un “tocamiento”, es decir, con lesiones de más de un órgano; ejemplo, afección miocárdica con una erupción generalizada. O lesión miocárdica y dolor abdominal; esto más los síntomas, más los resultados del laboratorio, más el PCR positivo (+) para covid, confirman el diagnóstico.
Luego, previo al alta, hacemos un control cardiológico a los 7 días, al mes y al año.
Hoy, casi todos los pediatras y los cardiólogos pediatras, pedimos a los niños que tuvieron covid, controles con un eco cardiograma y un electrocardiograma.
Quiero destacar que el año pasado no veíamos este tipo de manifestación en los chicos; o estaba enmascarada. El dolor abdominal con tocamiento en los ganglios y, sobre todo, del lado derecho, da a pensar en una apendicitis. Otro de los motivos por los cuales no tuvimos muchos casos es porque los chicos estuvieron respetando la cuarentena; mientras que hoy, los chicos hacen una vida “casi normal”; pero, recordemos que se trata de la población que, todavía, no está vacunada.
Doctora Lucrecia Mata, médica cardióloga, especialista en cardiología infantil, matrícula 16682; Instituto de Cardiología del Sanatorio Británico. Consultorios del Británico, Jujuy 1540. 5to piso