Recién a finales de los '70 comenzaron a comercializarse las primeras pruebas de embarazo caseras. Se trataba de un complicado sistema con tubos de ensayo cuyos resultados tardaban horas, además de dar falsos negativos con bastante frecuencia. Hubo que esperar hasta los '80 para llegar al test más similar al vigente hoy en día: una tira reactiva que en contacto con la orina detectaba o no la mayor presencia de una hormona en solo 10 minutos, decretando si la mujer estaba o no embarazada.
Desde entonces los tests son cada vez más sensibles y hoy brindan un resultado bastante fiable desde el primer día de retraso. Sin embargo hasta ahora la única prueba fiable al 100% es un análisis de sangre cuantitativo o Prueba de Beta hCG, que mide con precisión la cantidad exacta de esta hormona en sangre.
En caso de que el test fallara, pueden darse dos casos, el falso negativo o falso positivo. El primero es el más habitual y puede darse por varias circunstancias:
Realizar la prueba de forma precoz: aunque la hormona hCG empieza a segregarse desde el momento de la implantación el embrión, los primeros días sus niveles pueden no ser lo suficientemente altos para que el test los detecte. Esto depende también del nivel de sensibilidad del test.
Orina muy diluida: si por beber mucho líquido la orina está muy diluida, disminuye la concentración de la hormona hGC y, por tanto, el test podría no detectarla. Por eso se recomienda hacerse la prueba por la mañana. Si al cabo de unos días, la regla sigue sin aparecer, deberemos volver a realizar a prueba. El aumento de la hormona en la orina, que se duplica cada pocos días, nos dará el resultado real.
Por otro lado, el falso positivo es muy poco habitual, pero pueden darse casos en los que las pruebas detecten embazado cuando no lo hay, como cuando existen determinados trastornos hormonales, tras un tratamiento de fertilidad en el que se han inducido la ovulación o en caso de embarazos ectópicos, que se desarrollan fuera del útero. Este embarazo no es viable y el embrión suele fallecer a los pocos días, pero el test es capaz de detectarlo, según consignó 20 Minutos.
Para evitar estos fallos, es conveniente seguir exhaustivamente las recomendaciones del fabricante del test, ya sea en cuanto a cómo realizar la prueba, como a los días que hay que esperar para hacérsela. Cuanto más días de retraso se esperan, más certeza tendrá el resultado. Por otro lado, es mejor realizar la prueba a primera hora de la mañana, porque la orina tiene mayores concentraciones de hCG y hay menos posibilidades de falsos negativos.
Si el resultado es positivo, no hay nada que repetir, estás embarazada por muy tenue que sea la segunda rayita. En cambio, si el resultado es negativo, pero la regla sigue sin hacer acto de presencia, lo mejor es repetir la prueba pasados cinco días.