Los antioxidantes son sustancias cuyo efecto resulta protector para la salud celular. Algunos de ellos, los endógenos, se denominan de esta forma ya que son producidos por el propio organismo y su producción natural puede ser estimulada en forma equilibrada por medio de la alimentación, en pos de ganar terreno al envejecimiento.
Que el organismo cuente con altos niveles de moléculas llamadas "radicales libres", con capacidad de alterar la estructura química de las células, hace que se conduzca al estrés oxidativo. Este fenómeno se vincula a algunas condiciones como enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, diabetes y cáncer. Contra ellos luchan los antioxidantes endógenos.
Radicales libres y antioxidantes endógenos
La acción dañina de los radicales libres puede llevar a estados inflamatorios (una especie de respuesta natural a modo defensivo contra lesiones e infecciones) y envejecimiento celular. En este sentido, los antioxidantes aparecen como escudos defensores de las células ya que pueden neutralizar la actividad de los radicales libres.
Tal como se explicaba anteriormente, los antioxidantes pueden ser producidos por el propio organismo en forma natural (endógenos) o pueden obtenerse mediante fuentes externas, como los alimentos (exógenos). Sin embargo, la actividad y presencia de aquellos antioxidantes endógenos puede reforzarse con dieta y suplementos, al igual que sucede con los exógenos.
Para preservar la integridad celular y prevenir las dolencias asociadas al estrés oxidativo es esencial mantener un adecuado equilibrio entre antioxidantes y radicales libres, para lo cual es crucial mantener una dieta rica en antioxidantes y un estilo de vida saludable.
Reforzar los escudos naturales del cuerpo
Los expertos destacan la acción benefactora de, principalmente, cuatro antioxidantes endógenos a los que califican como "los cuatro guardianes de la salud y la longevidad". Junto al acompañamiento y supervisión médica, puede aumentarse su acción y producción en el organismo a través de algunos alimentos y suplementos.
-Glutation: Se trata de una sustancia producida en el hígado, presente en la mayoría de células del organismo, que no sólo lucha contra los radicales libres sino que desempeña un rol clave en el proceso de desintoxicación del cuerpo, ayudando a eliminar compuestos tóxicos y productos de desecho. Algunos de los alimentos que los contienen, además de suplementos específicos, son la espinaca, huevos, brócoli, palta y ajo.
-Coenzima Q10: Mantener niveles adecuados de este antioxidante es clave para garantizar una protección efectiva contra el estrés oxidativo, un factor que contribuye al envejecimiento prematuro y distintas condiciones de salud. A su vez, tiene un efecto positivo sobre las mitocondrias, unos compuestos celulares que contribuyen a la prevención de accidentes cardiovasculares y a que las células mantengan un nivel óptimo de energía, esencial para el funcionamiento de todos los sistemas del cuerpo. Algunos alimentos sencillos y sanos como las legumbres (arvejas, lentejas), huevos, carnes rojas, el pescado azul, y verduras como brócoli y espinaca contienen esta molécula.
-Superóxido dismutasa (SOD): Esta molécula se genera en distintas partes del cuerpo y se encarga de revertir los radicales libres superóxido, altamente reactivos y que pueden causar daño celular significativo en caso de acumularse en exceso. Si se supera la capacidad del organismo para neutralizar estos radicales libres, pueden producirse daños acumulativos vinculados al envejecimiento prematuro, con enfermedades crónicas, cardíacas, neurodegenerativas e incluso cáncer. Para mantener niveles adecuados de SOD, se recomienda incluir en la dieta verduras crucíferas (coles en general, brócoli en particular) y melón.
-Catalasa: Es una enzima que se encuentra en casi todas las células del cuerpo y acelera la descomposición del peróxido de hidrógeno (H2O2), una molécula que puede volverse dañina. Así se previenen daños celulares y se mantiene la integridad de las estructuras celulares. Algunos de los alimentos que contienen catalasa son las bananas, puerros, rábano y sandía.
Pautas para estimular los antioxidantes endógenos
Algunas prácticas nutricionales que favorecen la actividad de las 4 enzimas antioxidantes descritas son:
-Incluir alimentos ricos en nutrientes esenciales para la actividad de las enzimas antioxidantes como los minerales cobre, zinc, manganeso, hierro y selenio.
-Adoptar una dieta variada y equilibrada con una amplia gama de frutas, verduras, legumbres, semillas, pescados, carnes magras, nueces. La diversidad es la que aporta los elementos necesarios para una buena producción y actividad de las enzimas antioxidantes. Pueden considerarse suplementos específicos en caso de que el especialista que trate a la persona así lo considere.
-Mantener una dieta en forma constante que proporcione los nutrientes necesarios a lo largo del tiempo, sin consumir grandes cantidades de estos nutrientes en una única comida y garantizando una distribución adecuada a lo largo de toda la semana.
-Las necesidades nutricionales también varían con la edad, el género, estado de salud general y otros factores muy individuales, por lo que es recomendable consultar con profesionales para obtener pautas personalizadas.
-Adoptar un estilo de vida saludable que incluya ejercicio físico regular, métodos para la gestión del estrés, entre otras herramientas que hacen a la salud integral y general.
Fuente: EFE.