La diputada provincial Amalia Granata se reunió con el ministro de Gobierno, Justicia, Derechos Humanos y Diversidad de la Provincia, Esteban Borgonovo, a quien le planteó “diez puntos estratégicos” para que sean incluidos en la emergencia en seguridad que el Ejecutivo enviará a la Legislatura.
“Existe un problema gravísimo de seguridad en la Provincia de Santa Fe en donde el sistema político y judicial, por acción u omisión, negligencia o complicidad, permitió durante décadas que parte de la Policía Provincial sea un brazo armado y operativo del narcotráfico”, empieza el documento de Granata. Que incluye diez propuestas.
Entre ellas, una reforma estructural de la policía que contemple "control policial mediante auditorías sorpresivas" y protocolos de disparo que impliquen que de ninguna manera se le quite el arma a un policía pues puede "ser asesinado por delncuentes".
También plantea la necesidad de frenar "el abuso de la denuncia por gatillo fácil". En este punto sostiene que hay que "dejar de inventar hechos de gatillo fácil por cualquiera disparo de la policía a un delincuente". Y combatir el "discurso antipolicía", porque es "alentador para las bandas de criminales".
Granata propone la incorporación de pistolas Taser y "armamento especial para las fuerzas especiales", como "ametralladoras con mira láser, cámaras infrarrojas, pertrechos acorde".