La interna parlamentaria en La Libertad Avanza, que esta semana se materializó en un tenso cruce durante una reunión del bloque de diputados oficialistas tras la cual la legisladora Lourdes Arrieta presentó una denuncia por violencia de género, expuso el conflicto de la fuerza gobernante dentro del Congreso de la Nación y disparó rumores sobre la inminente expulsión de la diputada del bloque libertario.

Arrieta hizo una denuncia penal contra el grupo de diputados que visitó el penal de Ezeiza y se fotografió con Alfredo Astiz y otros genocidas, pidiendo a la Justicia que investigue el encuentro del que ella misma participó –según manifestó, engañada–.

Con respecto a las versiones sobre su salida, la diputada publicó un descargo en su cuenta de X en el que aseguró que no fue notificada.

"Como liberal tengo todo el derecho indagar y tener un pensamiento crítico", manifestó en su posteo, y sostuvo: "¿Me quieren expulsar del bloque? Aclaro que nadie me lo ha dicho a los ojos. Siempre he ido de frente, con la verdad y buscando transparencia".A su vez, acompañó el texto citando un versículo bíblico: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados".

Y sumó: "Mis valores como cristiana y diputada de la Nación me llevan siempre por el camino de la verdad. Lamento que algunos quieran violentar la voluntad popular del 43% de los mendocinos al votarme como parte de La Libertad Avanza".

También se refirió a las declaraciones del presidente Javier Milei, quien en una entrevista radial se distanció de la visita de los diputados de su partido a Alfredo Astiz: "Me encuentro habilitada a referirme públicamente que no es la agenda del Presidente la reivindicación de condenados por lesa humanidad. Mi denuncia en la justicia de Lomas de Zamora ha sido en busca de quienes organizaron y con qué intenciones".

En cuanto a la denuncia, Arrieta sostuvo que "jamás" lo hizo contra compañeros de bloque. "Por mi presentación, se ha puesto el foco en mi persona y no en quienes deben dar las explicaciones, sea por su rol jerárquico o por la organización del viaje cuestionado. Todo lo contrario: se cuestionó a una mujer que pide transparencia", señaló, y aclaró: "No fue desestimada, el fiscal decidió investigar una parte de mi presentación. Voy a insistir en la búsqueda de la verdad completa".

En tanto, sobre el audio filtrado desde el interior de la reunión de los diputados en el Salón Blanco del Congreso, en el que Arrieta apunta contra el presidente de la Cámara, Martín Menem, y Gabriel Bornoroni por no haberla "defendido" tras la polémica, aseguró: "Por lo visto, las reuniones de bloque se graban a escondidas, a pesar de que no se dejan ingresar a asesores. No tengo miedo a que la grabación sea reproducida en su totalidad. Se podrá advertir quiénes están a favor o en contra de lo hoy expresado por el presidente de la Nación".

Y siguió: "Ahí se podrá advertir no sólo la veracidad de mis dichos, sino de quienes tenemos coherencia con lo que pensamos y decimos en todo ámbito, y quiénes eligen mostrarse como corderos frente a todos, pero actúan como lobos castrados en secreto".

"En momentos de crisis, es donde más fe tengo, y es por eso que no hay dudas de la necesidad de investigar. Me destrataron, me humillaron, conspiraron contra mí desde mi mismo espacio, pero estoy firme en mis convicciones. No traicionaré al electorado", concluyó.

En la Cámara baja, además de Arrieta, también están en la cuerda floja las diputadas Rocío Bonacci, quien se definió públicamente "engañada" por su compañero Beltrán Benedit para ir a Ezeiza; y Marcela Pagano, cada vez más alejada de Javier Milei. Las tres encontraron en Oscar Zago, exjefe del bloque libertario desplazado meses atrás, a un aliado.

El senador Francisco Paoltroni, también en la mira del triángulo de poder de Milei.

Por otro lado, también quedó en la mira de Karina Milei el senador Francisco Paoltroni, alineado con la vicepresidenta Victoria Villarruel y que cuestionó al asesor presidencial Santiago Caputo.

En sus últimas apariciones en público, Paoltroni se diferenció de la propuesta del Poder Ejecutivo para que el juez Ariel Lijo integre la Corte Suprema y fue a la carga contra Caputo. "Que lo mande a fumar al quincho del fondo", dijo sobre el asesor presidencial, sumándose a las críticas del expresidente Mauricio Macri.

Con tan solo 7 senadores y 38 diputados, el Gobierno atraviesa una interna que atenta contra su ya escueta representación parlamentaria, que quedó manifiesta durante las últimas sesiones en las que no consiguió el control de la Bicameral de Inteligencia, le rechazaron el DNU que destinaba fondos reservados para la Side y le aprobaron, en contra de su voluntad, la ley de movilidad jubilatoria.