El prestamista Lucio Maldonado fue encontrado muerto el 13 de noviembre de 2018. Boca abajo, maniatado, con un tiro en la cabeza y dos en la región lumbar. Entre sus prendas se incautó un cartel de cartón que indicaba la frase "Con la mafia no se jode". Aquella investigación que comenzó a llevar adelante el fiscal Adrián Spelta derivó en otra, una de las más complejas e importantes en la historia de la Justicia penal de Rosario.
Por el homicidio de Maldonado cayó detenido Esteban Lindor Alvarado el 2 de febrero pasado en un complejo de cabañas de Embalse Río Tercero, en Córdoba. "El Esteban" siempre fue señalado por fuentes policiales y judiciales como un narco igual o más pesado que Los Monos. Sin embargo, nunca fue citado ni imputado por ese delito federal.
Antes de ser detenido, la causa pasó de la unidad de Homicidios Dolosos a la unidad de Gravedad Institucional, que investiga las causas de mayor impacto en el último año en Rosario. Un grupo de fiscales ordenó una serie de medidas para lograr desentrañar lo que había detrás de ese salvaje homicidio de tinte mafioso.
A Maldonado lo raptó un grupo de personas que llegó en un vehículo. Al secuestrado lo metieron en su propio Peugeot 308. En los dos rodados se dirigieron al barrio abierto Los Muchachos, en jurisdicción de Piñero, donde tiene una casa Alvarado. ¿Cómo la Justicia logró determinar que Maldonado estuvo ahí? Una versión extraoficial indicó que por los datos del GPS del auto de la propia víctima, ya que no había sido borrado el historial del dispositivo. No obstante, la organización mixta de "El Esteban" sí lo había hecho. Sólo que no tuvieron en cuenta que la firma Peugeot de Maldonado iba a alojar el trayecto del rodado en una "nube" de datos que sólo tiene la compañía a modo de respaldo. Esa información, aportada a los fiscales, fue la punta de la investigación más compleja y relevante en la historia de la Justicia de Rosario.
En la casa de Alvarado en el paraje Los Muchachos se secuestró numerosa documentación (pago de expensas y cocheras del año 2014 de distintos inmuebles) que sirvió para nuevos allanamientos que causaron sorpresa. Los operativos posteriores se hicieron en Funes Hills San Marino y en los Condominios del Alto. Allí se buscaba alguna relación entre los propietarios de esos lugares (posibles testaferros) con el presunto capo narco.
Al llegar al departamento de los Condominios del Alto se encontraron nada más y nada menos que con un jefe policial. En el lugar vivía Javier Makhat, por entonces jefe de la unidad de Investigaciones Antinarcóticos de la Policía de Investigaciones (PDI). En el domicilio se halló la escritura que indica que el uniformado es el propietario desde el 2014. Al conocerse la noticia, Makhat fue desplazado de su cargo.
De un crimen a balaceras contra el Poder Judicial
La Justicia investiga una banda, liderada por Alvarado, que cometió múltiples delitos, la mayoría de ellos gravísimos, para intentar desligarse del crimen. Allí cobra relevancia el cartel "Con la mafia no se jode" que encontraron entre las prendas de Maldonado. Porque ese mensaje fue dejado en las balaceras que le imputaron a varios miembros de Los Monos, entre ellos a Ariel Máximo "Guille" Cantero, contra el Poder Judicial.
Es decir, la organización que persigue la unidad fiscal de gravedad institucional no sólo está sospechada por el delito de asociación ilícita, sino también por al menos tres atentados contra el Poder Judicial, todos cometidos entre diciembre y enero pasado. Entre ellos, el ataque contra el Centro de Justicia Penal, Tribunales provinciales y el domicilio particular de los padres de una empleada del Ministerio Público de la Acusación (MPA), situado en Rioja al 500, en barrio Martin.
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