La persecución policial que comenzó en Circunvalación y Gutiérrez y culminó en un presunto "aguantadero" de barrio Las Flores dejó pistas que podrían ser materia prima de nuevas investigaciones. En el lugar se secuestraron tres autos –uno de ellos sospechado de dos balaceras recientes, una moto, un pasaporte, municiones de un fusil FAL que no fue encontrado y dos pistolas, una de ellas una ametralladora FMK3.
Todo se inició, según explicaron fuentes policiales, cerca de las 17 de ayer, cuando un auto que bajaba por avenida Circunvalación hacia Gutiérrez vio el operativo vehicular. Ahí, el conductor retomó Circunvalación hasta que descendió por San Martín. Allí, tomó por varias arterias hasta que fue perdido de vista en barrio Las Flores. En ese momento, se dispuso un operativo cerrojo y se hicieron patrullajes calle por calle, hasta que se localizó el Cronos rojo en el terreno de una casa junto a otros vehículos.
Una pistola Taurus 9 milímetros, una ametralladora FMK3, un fusil de utilería y más de 150 proyectiles calibre 9 milímetros fueron las principales incautaciones del personal de la Agrupación Cuerpos de la Unidad Regional II en el predio situado en Flor de Nácar y Calle 513. Había municiones de un fusil FAL que no fue hallado. También un pasaporte de un hombre que no tenía pedido de captura cuya identidad no trascendió para avanzar en la investigación.
También estaban “abandonados” en ese presunto aguantadero un Volkswagen Voyage, un Chevrolet Corsa, una moto sin patente y el Fiat Cronos rojo que fue dejado allí por los sospechosos que evadieron el control policial. Todos fueron derivados a pericias para levantamiento de huellas posterior cotejo con hechos violentos, según ordenó el fiscal de Flagrancia en turno Aníbal Vescovo.
Un Voyage negro –como el que se secuestró– figura mencionado en hechos violentos en dos partes policiales recientes en la zona sur de Rosario. Uno del 26 de marzo, en un intento de homicidio ocurrido en Donado al 900, donde resultó herido de bala un joven de 18 años; y otro del 27 de marzo en Uriburu al 200, en una balacera contra el domicilio en el que vive una mujer de 50 años.
En la casa que se encuentra en la parte delantera de ese predio no había nadie. Pero sí una mochila en la que se encontraron las armas de fuego y las municiones. En el interior solo había una mesa, una silla, una barra y pocos elementos, indicadores que según los investigadores marcan que no vive nadie allí y que es usado el inmueble de forma esporádica.
En esa propiedad se levantaron rastros del vidrio de una barra en el ambiente de la cocina que podría arrojar indicios de quiénes eran ocasionales ocupantes. En la mesa se detectaron indicios de que recientemente alguien había comido pescado: había un cartón en la mesa con manchas de aceite, los cubiertos y limones. Como dato curioso, el mantel era la sábana que le faltaba al único colchón que estaba en ese domicilio. Tampoco había heladera ni cocina. Solo un parrillero en el exterior.
El alto poder de fuego de algunas bandas de Rosario quedó exhibido en el último mes. El 21 de marzo le dieron 22 disparos a la casa de una presunta transera de Chacabuco al 3900, de barrio Tablada. Testigos afirmaron que vieron usar una ametralladora. Al día siguiente, le dieron 30 tiros a un búnker de bulevar Seguí al 200 bis, y se presume que fueron efectuados con esa poderosa arma de fuego. Además, la semana pasada, en allanamientos hechos contra una banda de hampones dedicados a cometer robos tipo golpe comando se incautó una ametralladora Kalashnikov.