Marta Correa, de 41 años y suboficial de la Policía de Santa Fe, tenía como tareas "cocinar para los jefes y hacer despachos con la camioneta" de Bomberos Zapadores. Sin embargo, a mediados de abril de 2016 algo cambió su historia de trabajo en el cuartel: según cuenta, fue atacada por un compañero. Luego de la denuncia, hace más de tres años, fue trasladada a prestar tareas en el Aeropuerto Islas Malvinas, mientras que el denunciado, asegura, siguió con sus labores habituales.
En 2016 Correa llevaba tres años cumpliendo tareas en Bomberos Zapadores de calle Córdoba al 2800. A mediados de abril de aquel año, recuerda ahora, sufrió un brutal ataque por parte de uno de sus compañeros, e hizo la denuncia en Asuntos Internos. En marzo de 2019, al ver que la causa no prosperaba, repitió la denuncia en la Secretaría de Control del Ministerio de Seguridad. A raíz de esto, este lunes el 30 septiembre fue llamada para realizar una declaración testimonial.
Este viernes, en diálogo con Rosario3, contó su versión del hecho del que acusa a un ex compañero: "Me pide un equipo de incendio y yo le digo que primero le voy a preguntar al jefe porque para eso necesitaba tener una orden, a lo que él me responde con insultos, me tomó de la ropa y me golpeó en la cara dejándome moretones y me rompió un diente". Y agregó que luego comenzó a descompensarse.
Siempre según su relato, otros compañeros vieron cuando salía del lugar de la agresión, la ayudaron, pero desde la institución solo la autorizaron a retirarse. "Cuando me agredió me fui al médico porque me caía y tenía la presión en 17.2 ó 17.8 por el mal momento vivido", explicó. Y agregó que salió para ser atendida y por sus propios medios llegó hasta el policlínico Ingeniero Gomara de VGG, dado que se encuentra cerca de su casa.
Para Correa no es grato recordar ese día y por momentos hace silencios. Dice que el dolor de lo que siente no se va e insiste: "Fue dentro de la cocina como le decimos nosotros, yo estaba en mi puesto de trabajo, mi compañero se acercó y me agredió verbal y físicamente".
Correa dijo que apenas ocurrió el hecho, se dirigió a hablar con su superior, Andrés Lastorta, director Provincial de Bomberos Zapadores, pero según contó no obtuvo ninguna respuesta pese a la gravedad de lo sucedido: Es más, lo acusó de ocultar lo que pasó.
El tiempo fue pasando
Desde el día de la denuncia a la fecha la causa marchó lenta y Marta mencionó que su vida no fue la misma: "Sufro estrés, presión, insomnio", detalló. Y esto no es menor porque la denunciante además alegó en su declaración que desde que llevó el caso por vías legales es amenazada "por Whatsapp y personalmente también. Recibo varias veces por día llamados diciendo que me quede tranquila para que esto no pase a mayores".
Estas afirmaciones constan en la la declaración, según el textual de Marta: "Mi jefe dijo que piense en mi familia y eso lo sentí como un hostigamiento de su parte".
"La denuncia la hice hace tres años y medio y quiero que se haga justicia. Que no vuelva a pasar", afirmó.