El expediente que investiga la importación de ladrillos de cocaína mediante avionetas clandestinas que realizan vuelos rasantes y bombardean la droga en campos del sur de Santa Fe posee 13 detenidos a disposición del Juzgado Federal Nº 3. La operación reciente, bautizada “Cosecha blanca”, puso negro sobre blanco en torno del tráfico de cocaína traída desde Bolivia por narcos locales. Los personajes “tapados” del negocio nada tienen que ver con el perfil de los presos de alto perfil y los tiratiros que alimentan a diario las crónicas policiales de Rosario y la región a merced de las disputas de narcomenudeo barrial.
Un indicio de la logística del contrabando surgió hace tres años con el peritaje de los celulares de los fallecidos Alejandro Néstor “Mosca” Santos y su primo Mauricio Santos, quienes junto a otro hombre que sobrevivió –y hoy está prófugo– protagonizaron un accidente en un camino rural de Cañada de Gómez, donde la banda tenía previsto un desembarco de droga.
A partir de ese episodio azaroso que data de agosto de 2020, personal de Gendarmería llevó distintas tareas de campo, análisis de información e intervenciones telefónicas que permitieron individualizar a los integrantes de una impresionante red de narcolavado de variados rubros (gastronómico, entretenimiento, servicio de taxi, industria, entre otros) por la que entre el 31 de octubre y el 3 de noviembre la fuerza desplegó 37 allanamientos en Rosario, Roldán, Funes, Cañada de Gómez, Carrizales, Álvarez y Venado Tuerto.
Entre los prófugos, figura Brian Walter “Negro” o “Patoruzec” Bilbao, considerado cabecilla de la organización. Los investigadores lo consideran un “tapado”, un personaje reacio a la exposición, a las comunicaciones y a las redes sociales. En una de las escuchas incorporadas al expediente lo mencionan como un “fantasma”. Actualmente, posee pedido de captura internacional. Un perfil similar al del fugitivo Bilbao tenían los villagalvenses Gustavo Daniel Núñez (49) y el mecánico Sebastián Osvaldo Romera (48), quienes en octubre pasado fueron condenados a 12 años de prisión como consecuencia del secuestro, en junio de 2021, de 369 panes –400 kilos– de cocaína de máxima pureza que estaban ocultos en un vehículo BMW X5 que estaba en un garaje de Villa Gobernador Gálvez. El expediente por el que el Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó –en juicio abreviado– a Romera y Núñez y a otras tres personas estuvo a cargo del fiscal federal de Santa Fe Walter Rodríguez y posee íntima relación con la operación “Cosecha blanca”, a la manera de una serie derivada o “spinoff” de un universo con personajes narco de alto vuelo. El fallo del TOF santafesino da cuenta del emporio económico que habían amasado los villagalvenses. La juez ordenó el decomiso de los bienes de la banda conformado por 30 vehículos, muchos de los cuales eran de alta gama; un campo ubicado en General Lagos y dos inmuebles, parte de una propiedad de Espora al 2050 de Villa Gobernador Gálvez, y dos lotes del barrio abierto “Estación Alvear I” de la localidad de Alvear. Hoy, a partir de la investigación de la Fiscalía Federal Nº3 de Rosario que confluyó en el operativo “Cosecha blanca” pudo determinarse que tanto Romera como Núñez eran integrantes de la organización de Bilbao, confiaron fuentes judiciales. La caída de ambos comenzó a tejerse a mediados de 2019, cuando un dato llegó a detectives de Gendarmería: en un campo de la localidad de Larrechea, del departamento San Jerónimo y a media hora de Rosario, puesteros rurales habían visto que desde un avión arrojaban bultos. Poco después, para corroborar el rumor, agentes federales encubiertos fueron hasta el lugar y notaron la presencia de una aeronave. En el medio, aún sobrevuela el misterio sobre el cargamento de cocaína valuado en más de un millón de dólares que apareció en mayo de 2022 en la llanura del sur de Santa Fe. Los bultos estaban perdidos en un campo ubicado cerca de la comuna de General Gelly y fueron descubiertos por cazadores de liebres que reportaron el hallazgo a la Policía. Eran 84 kilos. Horas después, a unos pocos kilómetros, en J. B. Molina, aparecieron otros 176 kilos del estupefaciente.Causa conexa