El juez Nicolás Foppiani resolvió dictar prisión preventiva efectiva por 90 días al llamado “gigoló” de Granadero Baigorria, quien este miércoles fue acusado de embaucar a dos mujeres a quienes les pidió dinero que nunca fue devuelto. A una de ellas, la exprimió con el pretexto de una amistad. A la otra, en el marco de una relación, relató la Fiscalía.
Sergio Gustavo Salomini (57 años) fue arrestado en Olivos al 2900 de Granadero Baigorria. Según voceros de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) sobre su persona pesaban unas 20 denuncias de estafa. En las redes sociales existen escraches desde hace un década. Y posee menciones en la prensa al menos desde 2001.
La fiscal Mariángeles Lagar le atribuyó una estafa de de noviembre de 2019. Según la acusación, Salomoni se hizo pasar por abogado y propietario de una empresa financiera de establecimientos rurales y entabló una relación de amistad con la víctima a través de una red social de parejas, en la cual le ofreció comprarle dólares a través de su empresa. La víctima entregó 115 mil pesos para la compra de 2 mil dólares. Sin embargo, Salomoni nunca se devolvió los pesos ni los dólares.
El segundo ardid fue similar. El “doctor” Salomoni se presentó como abogado de una empresa de frigoríficos y de una financiera y con ese disfraz abusó de la confianza obtenida con la víctima en el marco de una relación sentimental. Inivitó a la mujer a invertir en un criadero de cerdos y le pidió que tomara un crédito en el Nuevo Banco de Santa Fe por 540 mil pesos.
También –dijo la fiscal Lagar– Salomoni se ofreció a contratar personal para que realizara una remodelación en el departamento de la víctima, por lo que pidió un adelanto de 70 mil pesos. La tarea, por supuesto, nunca se realizó.
En ese departamento, la damnificada tenía guardados poco más de 10 mil dólares que fueron sustraídos.
Salomoni continuó esquilmando a la misma víctima. La fiscalía dijo que recibió un millón de pesos para continuar con la inversión en el negocio del criadero de porcinos, a la vez que continuó sacando plata desde el homebanking de la mujer.
También solicitó, sin consentimiento, una extensión de una tarjeta de crédito, con las que hizo compras por el monto de $219.000. Con el fin de abonar las cuotas mensuales de la tarjeta de crédito, la victima pidió un préstamo en Crédito Argentino por un monto de ($334.000) que el acusado se comprometió a abonar. Claro está, Salomini dejó a la víctima pagando, indicó la fiscal Lagar.