Un hombre que este jueves tiene que operarse de la vesícula fue a hacer compras para recibir visitas postcirugía. Al salir del local junto con su esposa se dio cuenta de que le habían robado su Ranger modelo 2003 que había estacionado en Mitre y Avenida del Rosario, hecho que quedó filmado. Luego, delincuentes se comunicaron a su teléfono –se presume que es porque había documentación en el vehículo donde aparecía el número– y lo estafaron al pedirle 50 mil pesos vía transferencia bancaria para devolverle el rodado.

“Cuando volvimos de la galletitería, a los 30 minutos o menos, no estaba la camioneta. Me puse a llorar, a buscarla por todos lados. Un comando me llevó hasta la comisaría 15ª para hacer la denuncia”, relató Carlos en diálogo con De 12 a 14 (El Tres).

El hurto fue captado por una cámara de videovigilancia de la cuadra, donde se ve al delincuente que merodea la camioneta, abre la puerta del acompañante y se lleva la Ranger. “La llave me quedó de recuerdo. Para mí, la puenteó o rompió la cerradura. Me cortaron las piernas. Yo la usaba para trabajar en Alvear, para hacer mandados. Mañana me tengo que operar y había ido a comprar galletitas por si venían visitas”, agregó. 

El ladrón que después se llevó el vehículo.

“El que tiene una chata 2003 como yo es un laburante, uno que no puede comprar una nueva. El que tiene una nueva tiene seguro contra todo riesgo. Buscan a pobres infelices como yo que todos los días se levantan a las 5 para ir a laburar”, lamentó. 

Carlos también añadió que llamaron a su línea telefónicas horas después para pedir un falso rescate. Según el audio que fue reproducido en De 12 a 14, le exigieron 300 mil pesos y después bajaron la pretensión a 150 mil. No obstante, pedían un adelanto de 50 mil pesos por transferencia para llevarle la camioneta a la playa de estacionamiento de un hipermercado de la zona sur. 

“Después, nunca más atendieron. Tenemos la transferencia, el número de cuenta a la que se mandó la plata. Esperamos que tengan piedad. Uno la necesita para trabajar. Tengo una amargura tremenda. No tengo palabras. Vivo del trabajo. No se puede hacer tanta maldad”, concluyó.