El 14 de junio Lelio Chilliuti, un hombre de 82 años, fue brutalmente asesinado en su casa de la localidad de Díaz, a menos de 100 kilómetros de Rosario. Le asestaron once martillazos. Y desde entonces, un grupo de vecinos del pueblo de apenas 1.700 habitantes se moviliza todos los días por justicia. Creen que los asesinos nunca se fueron de Díaz.

“Creemos que los asesinos están todavía acá”, aseguró Ramón Simi Paviatto al programa Radiópolis (Radio 2). Ramón es uno de los vecinos que hace 122 días sale cada tarde o noche a la calle para pedir por el esclarecimiento del homicidio.

El hecho ocurrió durante la madrugada del 14 de junio. Para Ramón, los asesinos conocían a Lele, como llamaban cariñosamente a Chilliuti. "Todos lo querían", dijo. Era el "curandero del pueblo", que calmaba el dolor de muela y curaba empachos.

Según reconstruyó Ramón, los agresores fueron hasta la casa de Lele cerca de las 4 de la madrugada y entraron por la confianza que tenían. Buscaban dinero: la víctima había cobrado hacía poco su jubilación –la mínima– y se había ganado 9 mil pesos en la lotería que el propio Lele, confundido quizás, habría comentado que era más.

"Sabemos que lo han torturado en una silla –señaló–. Y al no encontrar nada enloquecieron y lo mataron a martillazos".

Por el hecho hay una mujer imputada, pero los vecinos creen que actuaron al menos otras dos personas más "por lo espantoso y aberrante del crimen". A esta mujer le encontraron en su casa el televisor de Lele, pero ella aseguró que lo encontró en la calle cuando trabajaba barriendo.

“Hay gente que está escondida, que está mal, muy mal. No sabés con quién vivís al lado, es una población muy chica y todos nos conocemos”, contó Ramón que pidió celeridad al fiscal Marcelo Nessier que lleva el caso desde Coronda.

Mientras esperan por justicia, “los locos del pueblo”, como ya los llaman, siguen protestando por las calles de Díaz. Todos los días.

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