El fiscal federal Walter Rodríguez solicitó la declaración indagatoria de pareja de Ángel Yamil “Turco” Benavídez, el ex funcionario municipal de Santa Fe que estaba a cargo de una mesa de dinero clandestina en la zona top de Puerto Amarras. Para el funcionario del Ministerio Público Fiscal no hay dudas de que la mujer en cuestión, María Laura Miassi, que es contadora pública y se desempeña en la planta del Ministerio de Economía de la provincia, incurrió en los delitos de lavado de activos y compraventa de moneda extranjera sin autorización, agravados por su profesión y calidad de funcionaria.

La solicitud dirigida al juez federal Aurelio Cuello Murúa se conoció este jueves y contempla el embargo preventivo de los créditos a nombre de Miassi registrados en la empresa TAS Construcciones SRL, adquirida en marzo por la pareja por 50 mil dólares billete.

En tanto, días atrás el fiscal Rodríguez pidió la inhibición de un Volkswagen Taos de 2023; un plan de ahorro en Toyota Plan Argentina correspondiente a una Toyota Hilux 4X4; un departamento en Juan de Garay al 2800 de la ciudad de Santa Fe, construido por la empresa TAS Construcciones SRL; un Honda HR-V 2020; y un Vokswagen Gol Trend Trendline. Todos a nombre de Benavídez y “sin justificación en sus ingresos declarados”.

La presunta participación de Miassi, que desde 2022 es directora de créditos de la cartera de Economía y se define como “militante peronista”, surgió con el peritaje al Iphone secuestrado en la cueva financiera de Puerto Amarras el 12 de septiembre, donde fue detenido Benavidez, militante radical y ex funcionario municipal y del Concejo.

El celular Apple resultó ser de Miassi, indicaron fuentes federales. Los peritos rescataron del aparato las conversaciones que la pareja mantuvo al menos desde 2021. En los intercambios queda claro el asesoramiento de la contadora, que manejaba el excel de la cueva y le llegó a prohibir a su pareja que reciba transferencias bancarias de interesados en comprar dólar blue.

En el departamento –al que la pareja menciona como “la Rosadita”, “Turquita” o “Morenita”– había 45 millones de pesos, 83 mil dólares, 22 mil euros y 23 mil reales. Y, no menos importante, 39 tarjetas de débito del banco Santander a nombre de personas de bajos recursos.

Como publicó Rosario3, estas personas –algunas de las cuales tenían parentesco con barrabravas de Colón– manifestaron no estar al tanto de la existencia de cuentas bancarias abiertas a su nombre. Y describieron que supuestos punteros políticos ofrecieron plata –entre 600 y 2 mil pesos– a cambio de obtener fotos de DNI y de sus rostros. Lo que luego se develó como una maniobra para abrir cuentas bancarias por canales digitales sin conocimiento de los titulares, lo que el fiscal equiparó con la falsificación de moneda.

Al pedir la indagatoria, Rodríguez habló de coautoría funcional con relación a la participación de la funcionaria de Economía. Y destacó que se encargó de brindar “asesoramiento técnico y realizar la registración contable de las operaciones ejecutadas en el marco de la maniobra delictiva investigada”.

“El asesoramiento –describe el fiscal con base en los chats– no se agota en un aporte concreto al funcionamiento de «la cueva» financiera como unidad de negocio, sino que se extiende a todas aquellas actividades comerciales llevadas a cabo por Benavídez, a punto tal que contribuyó para simular ante la Afip una situación fiscal engañosa (de Benavídez), como presupuesto facilitador a la hora de llevar adelante las maniobras de lavado de activos”.