Tres estafadores fueron detenidos in fraganti este viernes en Casilda. Personal policial diagramó un operativo encubierto en barrio Nueva Roma, luego de que una mujer que recibió un llamado telefónico advirtiera las intenciones de una persona que se hacía pasar por un familiar que alertaba sobre un cimbronazo bancario. Los sospechosos, oriundos del norte argentino, cayeron en la trampa cuando pasaron a retirar el “tocomocho”, como se le dice en la jerga policial al bulto con papeles que simulan ser billetes.
El alerta movilizó al personal de la Agencia de Investigación Criminal sede Casilda en la siesta del viernes. Según indicaron fuentes de la fuerza, una mujer de 53 años recibió un llamado al teléfono fijo.
Una voz femenina se presentó como la nieta de la dueña de casa. El motivo del llamado era un viejo cuento que busca sacar provecho de fantasmas del imaginario colectivo de la economía de la clase media: “Decía que estaba reunida con gente de un banco por un problema existente con dólares y que debería pasar a retirar todo el dinero disponible, incluyendo objetos de oro, porque si no iban a perder el valor de las cosas, dado el cambio de billetes y nuevas disposiciones”. En otras palabras, un cuento del tío que a veces da resultado.
La novedad en curso fue notificada al fiscal del MPA Casilda Pablo Baños, que ordenó un operativo encubierto de entrega controlada con un señuelo, el tocomocho.
Así las cosas, el operativo en curso fue notificado a los policías de calle, a los que se les indicó que salgan de la zona –inmediaciones de Las Heras y 25 de Mayo– pero que estén alertas ante cualquier situación que pueda surgir.
Tras una hora y media de espera y llamado mediante, ya con los policías encubiertos dentro y fuera de la vivienda, apareció un VW Polo con vidrios polarizados, de donde bajó un hombre que se dirigió en forma directa a la vivienda y tomó la bolsa para, segundos después, ser detenido por un enjambre de policías.
En el auto había otros dos hombres que también fueron alojados en la alcaidía. Tienen 62, 49 y 29, poseen domicilio en Misiones y Corrientes y pertenecen a la comunidad gitana. En las próximas horas, según se indicó serán imputados por estafa. Además, la fuerza dio cuenta del secuestro de cinco celulares, 150 mil pesos, 115 dólares truchos y alhajas de oro.