“Lo que hicimos en este partido evidentemente no alcanza. Igualmente seguimos siendo competitivos, los muchachos se entregan y corren. Pero cometemos algunos errores que contra equipos como Boca cuestan. Si me tengo que extender a lo largo de lo que ha sido el torneo me duele estar con dudas de lo que va a pasar porque ya no dependemos de nosotros. Estamos optimizando los recursos humanos en base a las lesiones y expulsiones que sufrimos. Algunos patrones de juego que le hemos dado al equipo han desaparecido sobre todo a la hora de convertir goles y hemos bajado algo en el aspecto defensivo. Pero será un análisis para después del torneo”.
El concepto de Mauricio Larriera parece correcto, pero no alcanza para consolar a los hinchas que se ilusionaron y mucho con un equipo que necesitaba elevar la vara lo más posible porque su rival de toda la vida venía de ser campeón.
Larriera seguirá siendo el técnico de Newell’s, de eso no hay dudas, pero deberán mejorar muchas cosas para que la segunda mitad del año sea diferente.
Más allá de lo que pase el martes con Defensa y Justicia, la facilidad con la que Boca lo despachó en el Parque fue muy llamativa. Tan sorprendente como el error del entrenador al armar el equipo que salió a la cancha.
Larriera diseñó la mitad de la cancha casi sin marca para enfrentar al que hoy por hoy es el mediocampo de mejor funcionamiento del fútbol argentino. Y pasó lo que tenía que pasar. En un partido con características de final, la lectura no fue la correcta.
Si bien no tiene un reemplazante para Fernández Cedrés, bien pudo acomodar el esquema para que Newell’s esté más compensado en el medio. Boca se lo devoró en ese sector. Y a partir de allí, por supuesto, ganó el partido casi sin esforzarse.
¿A qué juega Newell’s cuando no está Banega? El problema es que ahora se sumó otra pregunta: ¿a qué juega Newell’s cuando está Banega?
Por más cuentas que se hagan para una probable clasificación, Newell’s no está competitivo para pelear por el título de la Copa de la Liga.
La pregunta descarnada y dura es también sencilla: ¿para qué acceder a los cuartos de final de la Copa de la Liga jugando en un nivel tan bajo? ¿Cuáles serían las expectativas? En el fútbol nunca se sabe, pero las proyecciones suelen ser acertadas.
Por supuesto que serviría ganarle a Defensa y mucho más acceder a los cuartos de final. Al fin y al cabo sería un objetivo cumplido. ¿Pero después?
Larriera cuenta con tres jugadores fundamentales que son la base del equipo y carecen de reemplazo. Velázquez, Fernández Cedrés y Banega no tienen jugadores alternativos.
El plantel está mal armado, como ya dijo el entrenador, y todas las partes deben hacerse cargo para que no vuelva a pasar.
¿A qué juega Newell’s cuando no está Banega? El problema es que ahora se sumó otra pregunta: ¿a qué juega Newell’s cuando está Banega?
El entrenador tiene varios frentes abiertos que deberá abordar para que la Liga Profesional que comenzará apenas termine la Copa de la Liga lo tenga como protagonista. Pero no sólo el entrenador, todo Newell’s, incluidos los jugadores, deberá barajar y dar de nuevo.