Un "Proyecto" que son dos obras: Vestuario de hombres y Vestuario de mujeres (una seguida de otra). La final mundial de lacrosse –un deporte que podría ser cualquier otro – y dos selecciones argentinas mayores que viajan a Hungría (un país que también podría ser otro) para disputarla.
Miserias, rencores y contradicciones se hacen cuerpo para narrar las violencias ante lo diferente. Ganar o perder es sólo un camino para revelar lo que está en juego: la equidad de género, la “argentinidad” y hasta qué punto “el deporte es salud”.
Escrita por Javier Daulte y con dirección de Romina Tamburello, Proyecto Vestuarios se estrenó el último sábado en la remodelada sala Nicasio Oroño.
Cuerpos e intimidades
“Proyecto Vestuarios se compone de dos obras (Vestuario de hombres y Vestuario de mujeres) en las que se revelan intimidades pero también la diferencia entre géneros. Cómo una misma historia, que si bien tiene puntos en común, va cambiando radicalmente según quién la cuente. Se aborda un registro hiperrealista en el que el público realmente se siente en un vestuario”, explicó la directora, Romina Tamburello, a Rosario3.
“En ese vestuario se desnudan la violencia, la argentinidad, la soberbia, los cuerpos. Hay desnudez, pero está desprovista de toda erotización. Más bien, el cuerpo es visto como un arma para hacer deporte y como un arma para la violencia”; abundó.
Entre el humor, el drama y la ironía de la obra –que es la primera producción de la Cooperativa de Trabajo La Cigarra Limitada– asoma la identificación.
“Se muestra qué pasa cuando el «ser argentino» pierde la localía. La obra revela esa camaradería que hay, que se da en el deporte; como una idea de manada”, continuó Tamburello.
—Un poco como se construye la idea de pertenencia…
—Es cómo se construye desde el deporte la educación para toda la vida. Estos actores y actrices no son jóvenes porque, van a un mundial de veteranos y tienen más de 30 años. Entonces, lo que se muestra es cómo el deporte formó eso, tanto la relación con su vida como con el otro. Daulte es un autor que escribe para el futuro. Es increíble cómo dos obras que fueron escritas hace diez años tienen esta actualidad, este nivel de vigencia.
—La equidad de género era un reclamo hace una década. Hoy es una articulación colectiva. Pensando esto, ¿hubo cambios en la obra?
—Los últimos tres años pasaron un montón de cosas y mucho impulsado por el feminismo. La marea verde, por ejemplo. Eso está en los dos vestuarios y de una manera diferente, tanto desde la incomprensión como desde la militancia. Nos pareció que eso no podía quedar afuera así que hablamos con Javier (Daulte) y nos dio libertad. La adaptación del texto la hicimos con Simonel Piancatelli.
En Proyecto Vestuarios participan una veintena de actrices y actores y la puesta demanda una exigencia escenográfica. Sobre esto {ultimo y las posibilidades que ofrece la sala, Tamburello destacó que “permite que no se pierda la intimidad que requieren las obras": “Hay duchas y los actores se bañan en escena. También hay violencia porque se rompen cosas. La sala permite todo eso”.
—Abordar las violencias interpela tanto a quien escribe una obra como al público. ¿Qué expectativas tienen?
—Lo primero que queremos, como todo teatrero, es que la sala se llene, que la gente venga al teatro. Y después, que se genere debate, lío; que la gente se vaya conmocionada, pensando un poco en hasta dónde «el deporte es salud». Hasta dónde la competitividad no arruina, por decirlo así, todo esto.
—El teatro es siempre un abordaje sobre los vínculos. Para vos, ¿qué es?
—Es estar con la gente con la que una quiere trabajar de una manera amorosa y respetuosa, por más que hagas comedia o drama. Lo que buscamos siempre es la forma de estar con el otro y de acompañarnos. La realidad es que el teatro no nos permite vivir de esto, pero es una pasión. Entonces, el cómo se construyen las obras es a partir de los vínculos, entre actores, con la dirección. Estoy my agradecida con todos y también con un autor como Daulte, que nos permitió trabajar con libertad. Creo que esta obra es eso, un proyecto que se gestó con libertad y que nos va a permitir ser otras personas.
El elenco de Vestuario de mujeres está integrado por Lala Brillos, Sofía Dibidino, Leila Esquivel, María Celia Ferrero, Belén López Medina, Macu Mascía, María Belén Ocampo y Lorena Rey.
El elenco de Vestuario de hombres está integrado por Germán Basta, Juan Biselli, Raúl Calandra, Emiliano Dasso, Micael Genre Bert, Juan Nemirovsky, Mumo Oviedo, Mani Raimondi y Juan Pablo Yévoli.
La ficha técnica se completa con la escenografía de Lucas Comparetto y entre las colaboraciones también está el apoyo de Guillermo Salvador, al frente de una nueva gestión cultural en la sala Nicasio Oroño (San Lorenzo 1055).
Las funciones de Proyecto Vestuarios continúan los viernes y sábados de marzo y abril, a las 21 y 22.30 respectivamente.