Hace 35 años se editaba Divididos por la felicidad, primer disco oficial de Sumo (en una lista que tiene como antecedente no oficial a los demos de Corpiños en la madrugada).
El álbum condensaba una serie de géneros musicales novedosos por entonces para la Argentina derivados de la escena postpunk londinense y neoyorquina.
En la placa suenan new wave, reggae y ska, y canciones hoy clásicas como “La rubia tarada”, “Debede” y “Kaya”, por citar solo tres.
La salida de Divididos significó también la llegada a una mayor cantidad de público para la banda que desde principios de los '80 se movía por la escena under porteña.
Al grupo lo integraban por entonces Luca Prodan, Germán Daffunchio, Ricardo Mollo, Diego Arnedo, Alberto Troglio y Roberto Pettinato.
Si bien el humor y la ironía ya eran parte de la lírica rockera argentina para la salida de Divididos por la felicidad, la inclusión de temas en inglés luego de la Guerra de Malvinas fue disruptivo (“Regtest”, “El reggae de paz y amor”, "No duerman más" o el tema que da nombre a la placa)
El título del disco es un homenaje a Joy Division, una de las influencias de Prodan, a la par de Ian Dury, Blondie y Elvis Costello, entre otros nombres.
El álbum dividió aguas también por la audible oscuridad, las guitarras, el particular groove del bajo y por el diálogo que el saxo establecía en el desarrollo de la canción con el resto de los instrumentos, tal como lo hacían Romeo Void, Men At Work y hasta INXS.