Este jueves a las 21.30 las luces de la sala Lavardén se apagaron y comenzó a sonar el mensaje de aquella madrugada del 24 de marzo cuando la voz de Juan Vicente Mentesana daba a conocer el primer comunicado de la Junta en el cual se le informaba a la población que el país se encontraba bajo el control operacional de los militares. La nota estaba firmada por Jorge Rafael Videla. Segundos después el telón se levantó y durante dos horas se construyó memoria.
“Finalmente Reparadas” surgió luego de un hecho histórico que tuvo lugar en la provincia de Santa Fe cuando el gobernador Miguel Lifschitz, el subsecretario de Políticas de Diversidad Sexual, Esteban Paulón y la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia reconocieron a las mujeres trans víctimas de la última dictadura, con una reparación económica.
La primera en recibir ese reconocimiento fue Carolina Boetti que a los 17 años tuvo que exiliarse para seguir con vida, es que ni siquiera podía sentarse en un bar a cenar con su novio porque si ingresaba la policía y pedía documentos los dos terminaban presos. Situación que se repitió reiteradas veces y que, no solo se trataba de estar detrás de las rejas sino de todo lo que sucedía en las comisarías con ella y sus compañeras: golpes, abusos, hambre. Caro se refugió en las calles de París, pero la prostitución se fue con ella. Con la democracia ya instalada, volvió a Rosario.
“La reparación fue una bendición pero nunca van a reparar el daño porque nos negaron todos los derechos”, le contó a Rosario3 y aseguró que recordar su historia sobre los escenarios del país es una forma de seguir luchando para que las nuevas generaciones conozcan lo que hasta el momento había sido silenciado.
Para Marcia Echenique, “Finalmente Reparadas” es un bálsamo y el arte el cable conductor que posibilita contar tantas atrocidades cometidas. “Es una obra que se construye porque todavía estamos vivas”, apuntó. Ella fue quien le mandó el pasaje a Caro para que se exilie y también quien a los 15 años escapó de su hogar por vergüenza y se refugió debajo de un tanque de agua durante varios días.
El biodrama pasa de la emoción a la risa en segundos y en ese pasaje constante de un paisaje oscuro a otro de colores, Kattiana Saenz Curcio se vuelve imprescindible. Primero usa el humor ácido que desviste los lazos de hermandad que supieron construir entre ellas, va con las palabras narrando su historia de sobrevivencia: robos, malos negocios, prostitución y casi al final le entrega el corazón al público recordando a Agustín, su gran amor, asesinado durante la dictadura. A él le dedicó la lucha de sus 60 años: vivir libremente y a su manera.
Laly Rolón es otra de las reparadas a la que la persecución constante y los mensajes de odio que escuchó durante toda su vida le hicieron creer que los sueños eran imposibles. Envuelta en plumas de colores relató cómo fue el detrás de escena de esos shows eróticos que realizaba para subsistir.
Por su parte, Bibiana Blasón deseó toda su vida ser vedette y en Finalmente Reparada lo pudo concretar. Con brillos y conchero convirtió la angustia, la soledad y el abandono en un musical intenso, profundo y divertido a la vez.
Antes de ser aplaudida de pie, Bibi apuntó que para ellas la democracia llegó con la ley de identidad de género. “El daño quedó muy marcado, muchas secuelas que son imposibles de borrar. Hoy tengo 62 años y hay cosas que quedaron ahí por eso la reparación fue un mimo y una ayuda para salir de la prostitución”, mencionó.
Además de las cinco amigas, sobre el escenario también se pudo apreciar la pasión juvenil por el baile de Wally Pereyra, quien admitió que las chicas “dieron libertad pero eso tuvo un precio”. La actuación especial de Laureana Krupp de 40 años que catalogó a la obra como una enseñanza política y la voz indiscutible de Ale Bertero.
Con la dirección de Alex Campá, las dos horas de duración de Finalmente Reparadas destierra secretos y grita “nosotras también estuvimos ahí”. Es una invitación a profundizar en la oscuridad de la historia argentina y celebrar la vida de aquellas que se salvaron y abrieron caminos.