“Va a doler hoy.” Ese fue el pronóstico con el que el ex director del FMI Claudio Loser sintetizó el futuro de la economía argentina, horas antes de que se concrete en Washington el blindaje que el Fondo desembolsaría para el país.
El economista, que también ofició de vocero de los fondos buitre, sostuvo que, para que haya un préstamo, el gobierno de Mauricio Macri deberá salir del gradualismo y acelerar los ajustes: “Se deben hacer rápidamente para que esto pase más rápidamente”, resumió.
En su arenga para justificar el shock de ajustes, el economista mendocino citó como ejemplo a Grecia. En ese país, interpretó, “las cosas se complicaron porque no se hicieron las cosas rápidamente”. “En otros países se trabajó mucho más rápidamente y eso hizo que se pasara esto más rápidamente. Va a doler hoy. Es un poco de dolor hoy versus mucho dolor mañana”, anticipó durante una entrevista por radio La Red.
Va a doler hoy. Es un poco de dolor hoy versus mucho dolor mañana.
Loser fue el director del FMI para América Latina y hombre clave en el aporte que ese organismo hizo al rumbo de la economía nacional que terminó en la crisis de 2001. Por esos años, para defender los préstamos y el Blindaje al gobierno de Fernando de la Rúa, decía que la asistencia financiera iba “a tener un impacto positivo” y que “la confianza iba a retornar”. “El año que viene vamos a ver una reacción”, auguraba entonces. Lo que hubo después fue una reacción social que terminó con casi 40 muertos en protestas.
Para despegar sus nuevos consejos de aquellos, Loser dijo que la actual coyuntura “de ninguna manera” tiene que ver con la de 2001 aunque sostuvo que “los inversionistas tienen miedo” porque “la Argentina es menos atractiva que otros países”.
Según él, esta vez “el Fondo no va a hacer nada que afecte muy negativamente a los sectores menos favorecidos". Entre las condiciones que pueda pedirle al gobierno de Mauricio Macri "puede decir que haya que acelerar el ajuste para que esto pase (rápidamente). Es como ir al dentista antes de que haya caries”, aseguró.
Para defender la decisión del gobierno de Cambiemos, posicionó la necesidad del endeudamiento externo por sobre otros valores: “Aunque la gente no lo quiera y le parezca terrible porque es pérdida de soberanía y todo eso, llamar al Fondo, a la larga, es una reafirmación de las políticas nacionales”.
Además, sugirió que si el Gobierno “actúa con más rapidez y toma responsabilidades por las acciones sin decir «el Fondo me obligó a hacerlo»”, daría “una buena señal” al mercado. “Si la Argentina se sienta a negociar y habla en serio de acelerar el ajuste fiscal, va a ayudar a que se llegue a un acuerdo. Pero no hay un cien por ciento de seguridad de que el Fondo le vaya a prestar los 30 mil millones” que la administración nacional dice necesitar, alertó.