Olga Corna es semióloga y docente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). En su opinión, la inclusión de la “e” en algunas palabras como reemplazo de la “a” o la “o” para lograr un lenguaje neutro, es un proceso que da cuenta de la plasticidad del propio idioma pero que no necesariamente significa que cristalice. O al menos, no inmediatamente.
En contacto con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, Corna destacó que el español desde que comenzó a hablarse con mayor extensión en América Latina sufrió varios “sopapos”. Así, las palabras y los modos que usamos distan mucho de lo que los españoles nos legaron.
En tal sentido apuntó a la “plasticidad y dinámica” del lenguaje y anticipó cambios en el vocabulario, aunque quizás no tan inmediatos ni radicales. “Lo valioso es la búsqueda de una nueva forma, que ni siquiera es nueva porque es la reconversión de elementos dentro de palabras ya establecidas”, destacó.
Con todo, opinó que “habrá que establecer pautas que vayan más allá de todas, todos, y todes”.
“Me parece que todo exceso, todo extremo es malo –continuó–. Esto va a ser un proceso de cambio, no digo lento, pero sí con una dinámica. Va a llevar tiempo. No va a ser tan rápido como pensamos, salvo en algunos grupos como ha ocurrido siempre”.