Es sabido que el estudio está marcado por la constancia en todas las etapas. Todavía más en los estudios de tercer ciclo. Según publica el sitio formacionyestudios, muchos doctorandos inician con motivación el comienzo de sus tesis doctoral, sin embargo, muchos abandonan este proyecto en algún momento. ¿Cuáles son las principales razones?
Principales razones de abandono
1. Una de las más frecuentes es la imposibilidad de acceder a una beca. Es decir, no tener una financiación que permita al profesional centrarse en su investigación, es una de las principales razones por las que muchas personas se centran en la búsqueda de un trabajo y abandonan el doctorado. Algunas personas intentan conciliar el trabajo con el doctorado, sin embargo, este reto es complejo y muy exigente. Especialmente, si se trata de un trabajo a turnos.
2. Otro motivo relativamente frecuente es por tener una imagen previa de lo que implica hacer una tesis, y comprobar en la práctica posterior que esa creencia es totalmente equivocada. La realidad es que la tesis tiene ingredientes que son difíciles de sobrellevar, por ejemplo, muchas horas de soledad.
3. Tener un nivel de satisfacción bajo con la función del director de tesis. Sin duda, la principal responsabilidad en la investigación es del propio doctorando. Sin embargo, la función del director es muy importante en cuanto a orientación, asesoramiento y motivación externa se refiere. Cuando no existe un diálogo positivo y un seguimiento adecuado, el doctorando puede decidir terminar su proyecto o cambiar de director de tesis.
Otros factores que conducen al abandono
4. Una tesis puede ser muy compleja. En ocasiones, el doctorando lleva un trabajo avanzado y de pronto, su director le dice que tiene que hacer muchas correcciones. Los imprevistos que pueden darse en el transcurso de una tesis pueden llevar a que el proyecto se eternice en el tiempo. Otra de las posibles razones de una situación de estas características es un cambio de tema en el trabajo de investigación. Esto también puede ocurrir por motivos personales. Y cuantos más años pasan, mayor puede ser la sensación de eternidad y de que la fecha final nunca llega.
5. Un doctorando convive con constantes dudas sobre la propia efectividad de su trabajo, se pregunta sobre el sentido del mismo. Cuando las dudas pesan más que la ilusión es bastante frecuente decir adiós a esta etapa. Además, así como puede ocurrir que un estudiante comience su carrera y descubre en el primer año que no le gusta, esto también puede ocurrir con el doctorado. A veces, el doctorado pone a prueba la propia capacidad y resistencia mental del alumno. Es un trabajo marcado por el estrés de estar bajo presión en muchos momentos en los que el tiempo apremia ante una meta tan exigente. A veces, las incertidumbres pesan más que las certezas.
Pero además, en la etapa del doctorado existe una perspectiva diferente de la vida. Existe un mayor cansancio psicológico después del esfuerzo realizado en la carrera. Y surge la percepción de poder encontrar un empleo con esta titulación sin que la idea de obtener el título de doctorado sea una condición indispensable. Por esta razón, a veces, el doctorando siente que esa medida es una elección secundaria.