Sin concentración no hay atención y por tanto todo aquello que estemos llevando a cabo en ese momento de desconcentración, no saldrá bien o al menos no todo lo bien que debería, ya sea estudiar un tema para una materia o trabajar corrigiendo exámenes.
Según publica formacionyestudios.com, la concentración es la capacidad de dirigir la atención voluntariamente en una dirección determinada y poder mantenerla durante el tiempo deseado. Esto puede verse complicado de llevar a cabo cuando a nuestro alrededor tenemos una serie de estímulos que nos llaman la atención provocando así la falta de concentración en la tarea que estábamos desempeñando y por consiguiente un peor rendimiento. Estos estímulos a día de hoy se han visto incrementados por el auge de la tecnología: redes sociales, móvil, ordenador, etc., con los habituales de siempre: ruido exterior, teléfono, etc.
En este artículo se brinda una serie de consejos que pueden ayudar a mejorar tu concentración.
Simplificación de la tarea
Cuando tenemos una tarea compleja por delante, en ocasiones nos agobiamos por no encontrarle una solución o una respuesta fácil que nos ahorre tiempo en su realización. Este tipo de tareas se solucionarán más rápido si las vamos desgranando una a una en pequeñas tareas. Empieza por la más sencilla de esas tareas ya divididas y ve acabando una a una. De esta forma, tu atención se verá enfocada únicamente en ellas.
Eliminando distracciones
Si tu peor problema a la hora de concentrarte son las posibles distracciones que tienes al alcance de tu vista es tan fácil como eliminarlas: retira el celular, ponelo en silencio o en “no molestar” para que únicamente lo más importante te pueda contactar (llamadas básicamente, nada de whatsapp o notificaciones de redes sociales como Facebook o Twitter).
Si por el contrario, lo que más te molesta es la televisión o la radio, es más fácil aún: con sólo apagarlas será más que suficiente. Y si por casualidad, no estás solo en la misma habitación y lo que te molesta son los ruidos o la simple presencia de esa persona, andá a otra habitación con más silencio o quizás una biblioteca o sala de estudio sea lo mejor para vos.
Apartá tus problemas y pensamientos
Todos tenemos problemas y cosas que nos ocupan la mente. Si estás realizando una tarea y en ese momento se acerca a tu pensamiento un problema o algo que te preocupa, sé tajante y proponete a vos mismo/a apartar dicho pensamiento hasta una hora determinada de tu día, y hasta que llegue ese momento, no volver a pensar en este problema o preocupación.
De una en una
Si tus tareas se han acumulado por la razón que sea, dejá a un lado la falta de tiempo y agobios, y resolvelas de a una por vez. No intentes hacer varias a la vez, porque esto sólo te restará más tiempo y acabarás más tarde que si vas haciendo de a una.