Las notificaciones del celular, las demandantes redes sociales y la tele atentan contra la concentración que requiere todo estudiante para preparar un trabajo o examen. La tarea no es nada sencilla para los jóvenes, que deben pasar largas horas sentados sin distracciones, leyendo, memorizando y repasando.
El sitio Go con QR brindó una serie de consejos para lograr la concentración necesaria para estudiar.
Acondicionar una zona de la casa: el sitio de estudio debe ser tranquilo, sin ruidos y debe estar organizado y pulcro. Es fundamental que tenga escritorio y buena iluminación.
Realizar resúmenes y esquemas: es probable que los apuntes que hayamos tomado en clase sean algo caóticos y la caligrafía no sea la mejor. Lo recomendable es pasarlos en limpio mediante esquemas que ayuden a organizar los contenidos de forma visualmente atractiva, con el fin de conectar los diferentes conceptos de aprendizaje con mayor facilidad.
Establecer un horario adecuado: hay que conocer nuestro propio cuerpo y saber cuál es la franja horaria en la que nos concentramos más. Algunos prefieren estudiar a primera hora de la mañana, mientras que hay otros que aseguran concentrarse más por la noche. En cualquier caso, lo importante es haber descansado entre 7 y 8 horas.
Descansos cada dos horas: pasar un exceso de horas estudiando podría repercutir negativamente en la productividad, por eso lo más conveniente es descansar cada dos horas de estudio y realizar actividades diferentes para desconectar, como ir a correr, ver un capítulo de una serie o leer un libro.
Escuchar música solo puntualmente: suele ser muy usada por los estudiantes pero hay que marcar límites, ya que de lo contrario en vez de motivarnos puede desconcentrarnos.
Celular modo avión: los mensajes del Whatsapp, las notificaciones de Facebook o Instagram, contribuyen a que cada cinco minutos estemos mirando el teléfono y dejemos de atender a los libros. Por este motivo, es conveniente dejar los smartphones en otra habitación o en modo avión, para no caer en la tentación de mirarlos constantemente.
No dejar todo para el final: dejar la mayor parte de estudio para la noche previa al examen genera un alto nivel de presión y estrés, lo que reduce nuestra productividad y merma la capacidad de concentrarse en el estudio. Por eso se aconseja establecer con suficiente antelación un calendario de estudio para organizar los días y el tiempo que dedicaremos para aprender cada lección.