El domingo 26 de marzo se desarrollará la cuarta edición rosarina de la Carrera Unicef por la Educación. La largada será a las 9 desde el Monumento Nacional a la Bandera y se espera que cinco mil corredoras y corredores se sumen a esta esta iniciativa solidaria. El evento contará con la conducción de Julián Weich, embajador de Buena Voluntad de Unicef Argentina, y Analía Bocassi (El Tres y FM Vida).
La iniciativa se desarrolla bajo el lema “Terminar la secundaria es un derecho para todos. ¡Esa es la meta!”. El evento une deporte y compromiso por los chicos, busca alertar sobre la necesidad de una escolaridad de calidad y fortalecer los proyectos que Unicef lleva adelante en todo el país.
Quienes participen de cualquiera de las dos modalidades –10K competitivos y 2K participativos– se pueden inscribir en la web de la Carrera y ahí mismo abonar online.
Asimismo, a partir del 2 de marzo y hasta el 18 se podrá abonar en efectivo en la sucursal “Peatonal” de Sport 78, Córdoba 1384, de lunes a sábados de 15 a 20.
Por otra parte, los corredores podrán pasar a retirar su kit el viernes 24 de marzo, de 10 a 20, o el sábado 25, de 10 a 17, por el centro de convenciones Metropolitano, Junín 501.
La inscripción incluye una remera dry fit, hidratación gratuita, servicio médico, baños químicos, guardarropa y un espacio para dejar las bicis. Además, los patrocinadores del evento ofrecerán diversas actividades de las que podrán participar tanto los corredores como sus acompañantes.
Sobre el final de la carrera se sorteará un auto Chevrolet Onix 0KM entre todos los inscriptos.
En simultáneo, la Carrera Unicef se correrá en Córdoba, por primera vez, y en Buenos Aires donde cumple diez años.
El compromiso de Unicef
Unicef trabaja en distintos proyectos para promover una educación secundaria de calidad para todos los chicos y las chicas del país. En Argentina, según estimaciones oficiales, solo el 45,4 por ciento de una cohorte de adolescentes que ingresa a la secundaria, logra completarla, y todavía hay más de 500 mil adolescentes que no asisten al nivel. Por otra parte, más de un cuarto de los estudiantes del último año del nivel han tenido un desempeño académico bajo en las evaluaciones nacionales de aprendizajes.
Por tanto, garantizar el acceso, la permanencia y aprendizajes de calidad para todos los adolescentes es aún es una deuda pendiente.
Según la Encuesta sobre Condiciones de Vida de la Niñez y Adolescencia desarrollada por UNICEF, el 14 por ciento de los adolescentes de 15 a 17 años dejaron inconclusos sus estudios para ingresar al mercado laboral; un 8,8 por ciento por dificultades económicas para sostener la cursada, comprar libros, pagar el transporte; un 11,3 por ciento por una situación de embarazo o de cuidado de algún hermano/hijo menor.
En tanto, hay un 29,6 por ciento de jóvenes encuestados que afirmaron haber abandonado la escuela “por no considerarla necesaria o por no gustarle”.
Entre las razones que explican “una escuela poco atractiva para los chicos” se encuentran: la organización de materias por disciplina, que plantea conocimientos de forma fragmentada y dificulta la construcción de aprendizajes profundos; los contenidos que en muchos casos resultan descontextualizados para los estudiantes; y las estrategias de enseñanza que suelen centrarse en la repetición de información sin promover un procesamiento más profundo y activo por parte de los estudiantes.