La campaña para las elecciones del domingo en Brasil finalizó este jueves con el liderazgo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en todos los sondeos, aunque aún resta definir si se impondrá en primera vuelta o deberá participar de una segunda instancia electoral.

El fin de la campaña televisiva y radial no tuvo la dureza de los últimos cruces entre Lula y la oposición, que llegó a llamarlo “demonio”. Por otro lado, en las calles, millares de carteles fueron decomisados por la administración de la sección electoral de Brasilia. Es que los candidatos acostumbran usar este método de campaña en todo el territorio nacional aunque este prohibido

Además, en lo que quizás sea la última posibilidad de los candidatos opositores a confrontar con el presidente de Brasil, el último debate televisivo que se realizará este jueves, Lula aún no confirmó su presencia. "El presidente evalúa su asistencia", dijo ayer por la noche el nuevo jefe de la campaña por la reelección de Lula, Marco Aurelio García, a un grupo de periodistas en San Pablo.

El debate será televisado por la cadena Globo y ya confirmaron su presencia el socialdemócrata Geraldo Alckmin, la socialista Heloisa Helena y el demócrata laborista Cristovam Buarque.

Hasta ahora Lula no tomó parte de ninguno de los diversos debates organizados por medios de comunicación.

Pese a los escándalos que involucraron al partido gobernante en las últimas semanas, los asesores de campaña recomendaron a Lula que asista al debate de mañana, afirmó la prensa local.

No obstante, fuentes gubernamentales indicaron que Lula aún no canceló su participación en un acto de campaña en Sao Bernardo do Campo, un municipio de los suburbios de San Pablo donde el mandatario creció políticamente.