El subsecretario general de la Presidencia, Valentín Díaz Gilligan, presentó su renuncia "indeclinable" al cargo tras el escándalo que desató la investigación del diario El País de España, en la que se difundió que el funcionario no había declarado ser parte de una sociedad radicada en el Reino Unido, con una cuenta de 1,2 millones de dólares en la banca de Andorra.

En su último acto de gestión, el funcionario dejó una carta dirigida a Mauricio Macri, en la que además de presentarle su renuncia "indeclinable", le agradeció especialmente haber sido parte "del equipo que genere el verdadero cambio en el país", y lo mismo hizo con todos los integrantes del gobierno, de quienes dijo haber recibido "en todo momento un apoyo incondicional".

"No creo necesario permanecer", sostuvo al justificar su salida del gobierno, en medio de "un debate mediático" por actividades que "realicé en la actividad privada", escribió.

Diaz Gilligan renunció horas después de que los propios aliados políticos de Cambiemos pidieran su "separación del cargo" hasta tanto se esclareciera el caso, y que presentara su renuncia al secretario general de la presidencia Fernando de Andreis.

Según el diario El País, el depósito estaba a nombre de una empresa inglesa dedicada a la intermediación en los pases de futbolistas, Line Action, a su vez propiedad de una firma panameña llamada Nashville North Inc, en la que Díaz Gilligan era accionista.

En 2014 Díaz Gilligan pasó a desempeñarse en el área de turismo del gobierno porteño. En ese momento, dejó la actividad comercial que cumplía en Line Action y afirmó haber vendido esa firma a fines de ese año, aunque el medio madrileño precisó que según registros empresariales del Reino Unido habría vuelto al mismo cargo poco tiempo después.

El delito de lavado de dinero tiene una pena de 3 a diez años de prisión y prevé una multa de 2 a 10 veces del monto de la operación.

En su defensa, en declaraciones a distintos medios, el funcionario cuestionado había dicho que "no hay fondos públicos involucrados" en la cuenta oculta a su nombre en un banco de Andorra.