En el marco del debate por una nueva ley de alquileres en la Legislatura provincial, el diputado Rubén Giustiniani y la diputada Silvia Augsburger del bloque Igualdad y Participación solicitaron la aprobación de su proyecto para eliminar el pago del impuesto al sello como parte de la carga impositiva que se paga en los contratos de alquiler de viviendas y, de esta forma, aliviar el bolsillo de los inquilinos.

“El impuesto no representa mucho para la provincia y sí para el inquilino; sería un avance", expresó Giustiniani, tras explicar que la iniciativa plantea una modificación del Código Fiscal Provincial.

El impuesto a los sellos representa el 12 por mil sobre el monto total del contrato, que usualmente es de 24 meses para inmuebles destinados a vivienda. Para un contrato de alquiler de 6.000 pesos mensuales, el impuesto a los sellos sería de 1.728 pesos y si el contrato es de 7.000 pesos la suma alcanzaría los 2.016 pesos. El objetivo es eliminar esa carga impositiva, implicando una reducción en el costo inicial que el locatario debe abonar cuando firma el contrato.

“Esto significa siempre un costo para el inquilino muy importante en un momento en que tiene que pagar otras imposiciones como el mes adelantado de alquiler, comisión inmobiliaria y verificación de las garantías”, amplió Giustiniani.

De acuerdo a un informe de la Federación Inmobiliaria de la República Argentina (Fira), el alquiler de un departamento de un dormitorio en Rosario es el más caro del país. Rentar una unidad de 40 m2 cuesta en promedio $6.000 mensuales, casi un 50 por ciento más que los $4.200 que se paga en Mendoza. Respecto a los alquileres de departamentos de dos dormitorios (60 m2), el promedio en Rosario arrojó $7.000.

Según detalló la diputada Augsburger, todas estas cifras deben afrontarlas las personas que alquilan, tornando cada vez más difícil el acceso a la vivienda y haciendo necesario aplicar políticas públicas que promuevan su acceso.

Con esta iniciativa, los autores del proyecto apuntan a que el Estado intervenga en un mercado de alquileres que es profundamente injusto e impone numerosos obstáculos para familias y personas que tienen como única alternativa el alquiler para acceder a la vivienda.