El juez Luis María Caterina dictó la prisión preventiva sin plazo para todos los imputados por el crimen de Gerardo Escobar, el joven de 23 años que fue visto por última vez la madrugada del 14 de agosto cuando salía del boliche La Tienda de Tucumán al 1100, y fue hallado muerto en el río una semana después. Por el caso, fueron arrestadas cinco personas el sábado pasado y este lunes imputaron oficialmente a un patovica por el homicidio y a dos policías y otros dos encargados de seguridad por encubrimiento agravado.
La audiencia imputativa pasó el lunes a un cuarto intermedio y reinició este miércoles a las 11 de la mañana con la resolución del juez Caterina rechazando el planteo del defensor general, Gabriel Ganón, que pedía cambio de carátula. El magistrado resolvió en cambio que el caso quede en la justicia provincial y no se modifiquen los cargos. Luego los cinco imputados tenían la posibilidad de declarar, pero sólo dos hicieron uso de la palabra.
Al término de la audiencia, la fiscal Marisol Fabbro dialogó con los medios de comunicación y explicó que las principales pruebas que manejan hasta ahora son cámaras de seguridad y varios testimonios. Entre las declaraciones que se difundieron este miércoles en la audiencia se escuchó la de un joven que dijo haber visto cuando un patovica le pegaba a Escobar. Además, otro joven declaró que atravesó un episodio de violencia en circunstancias similares a las de Escobar con guardias de seguridad del boliche en julio pasado.
En conferencia de prensa, Fabbro dijo que el programa de GPS para detectar la señal del celular de Gerardo Escobar –que mientras el joven estaba desaparecido arrojó una ubicación cercana a la vivienda de unos de los patovicas y luego fue hallado junto al cuerpo en el río–, no fue usado como elemento de carga contra los acusados porque no se pudo determinar la fidelidad del programa informático.
Consultada por el testimonio de un colectivero qu. declaró haber llevado a Gerardo luego de salir del boliche la tienda, Fabbro opinó que “o es gente que quiso desviar la investigación o apoyar la investigación” pero agregó que ahora no es lo prioritario porque lo que se busca es determinar la circunstancia de la muerte del joven.
Finalmente, la fiscal dijo que mantienen el preinforme de la autopsia realizada en el Instituto Médico Legal que dice que “no hay confirmación de golpes”. “Eso no quiere decir que los golpes no hayan existido”, aclaró la funcionaria judicial y manifestó que las causas de la muerte podrán estar más aclaradas “una vez que estén finalizados los estudios complementarios” que se enviaron a hacer a laboratorios de otras ciudades del país.
Las declaraciones
Durante la audiencia uno de los patovicas imputados se defendió y dijo que no salía en las cámaras de seguridad mas que sentado. “En ningún momento me levanté, se puede ver en las filmaciones”, aseguró. Luego pidió que se verifique con rastreo satelital (GPS) el recorrido de su auto hasta llegar a su casa.
En su declaración, el acusado por encubrimiento se quebró y dijo: “Nadie se va a hacer cargo de lo que pase en (la cárcel de) Piñero y lo que vivió mi familia”.
Por otra parte, uno de los policías con carpeta médica que también quedó imputado por encubrimiento declaró en la audiencia de este miércoles. Algo nervioso y con la voz entrecortada dijo que había trabajado haciendo adicionales para el boliche La Tienda y luego, como el dueño y la encargada del local lo habían ayudado económicamente, seguía yendo al lugar por amistad.
Dijo haber visto a Gerardo Escobar apoyado en el auto de la encargada de La Tienda y que por eso pidió que vayan a buscar a Cristian, el patovica acusado del homicidio.
Poco después fue hasta el lugar y no vio a Cristian sino a Escobar caminando por Sarmiento hacia la zona del Parque España, según declaró en la audiencia.