Otro caso de bullying que termina de la peor manera. El niño de 12 años que el pasado domingo se pegó un tiro en la cabeza con el arma reglamentaria de su padre, un sargento de la policía de Misiones, falleció este martes en el Hospital de Pediatría de Posadas donde estaba internado en grave estado.
Fuentes policiales confirmaron que el menor, identificado como Rodrigo Espíndola, estaba internado en el centro asistencial desde el pasado domingo a la noche, cuando ingreso con una herida de arma de fuego a la altura de la sien derecha.
Tras ser operado, el chico permaneció en estado reservado hasta que falleció a media mañana. Fuentes cercanas a la investigación informaron a Télam que el menor se disparó delante de sus padres, en una habitación de la vivienda que compartían en el barrio Cocomarola Este.
En un principio, las versiones indicaban que el menor se disparó cansado de las peleas de sus padres, lo que fue negado después por sus progenitores, quienes dijeron que en realidad el chico sufría de bullying en la escuela.
Los padres relataron ante las autoridades que los compañeros del colegio "se burlaban de él por los anteojos" y le decían que era "burro" por no haber pasado el examen de ingreso al secundario.
Jonatan Espíndola, sargento de la policía provincial con más de 10 años en la fuerza, dijo que su hijo extrajo su arma reglamentaria de un cajón de su habitación y que la misma se encontraba sin el cargador.