La novia del joven asesinado por un policía en una persecución que tuvo lugar en Capitán Bermúdez este domingo relató la secuencia de los hechos. Afirmó que su pareja Juan Cruz Vitali recibió un impacto de bala “en la nuca”, cuando él corría para ingresar en la casa de su tío. Esa versión se contrapone con la brindada por el subjefe de la Unidad Regional XVII, quien aseveró que el disparo ocurrió en el rostro tras un “forcejeo” entre la víctima y el uniformado que será imputado. La joven además manifestó que al evadir el control fueron chocados por un patrullero y que recibieron varios balazos en el auto en el que se desplazaban.
Entrevistada por los periodistas Alberto Lotuf y Hernán Funes (A Diario, Radio 2), Florencia Vallina aseguró que a Juan Cruz “lo mataron de un tiro en la nuca”. “Le dispararon cuando estaba por entrar. El tiro lo tiene en la nuca. No tuvo posibilidad de defenderse. Fue cuando él corría. En ningún momento hubo forcejeo”, señaló con respecto al momento en el que el joven se disponía a ingresar en la casa de un familiar tras la persecución policial.
Vallina también contó cómo se dio el inicio de la persecución policial: “Estaba en el auto con él. Salimos del boliche 5.30 para evitar el tránsito. Íbamos hablando, jodiendo. Chocó un cono y aceleró del susto y dobló por la cuadra. Ahí nos impactó una chata de la policía y otro patrullero se pone adelante. Se bajaron, no dieron la voz de alto y nos tiraron tiros. No eran balas de goma. Eran tiros. Son los que están adelante (en el auto)”.
“Del susto comenzó a chocar la chata que tenía adelante, dio la vuelta y retomó la avenida. Después dobló por Celedonio Escalada hasta Montevideo, donde vive el tío. Cuando llegamos, se bajó y empezó a gritar «A ella no, a ella no». A mí me agarraron contra el auto. Yo gritaba. Se escuchaban ruidos. Pensé que le pegaban, jamás pensé que le iban a pegar un tiro”, añadió.
La joven comentó que pudo soltarse del policía que la retenía y se dirigió al lado de su novio, que estaba inmóvil en el suelo. “Estaba desplomado boca arriba. Ya estaba muerto ahí. En ningún momento llamaron a una ambulancia, lo cargaron como un perro en la cabina y se lo llevaron. No nos dejaron subir a ningún lado. Solo lo llevaron ellos. Nos decían que él estaba bien”, señaló.
“Yo le tenía la mano. Le pregunté si me escuchaba. Me apretó la mano y abrió los ojos. Eso fue lo último que hizo”, expresó.
La novia de la víctima explicó que Juan Cruz “tomó” bebidas alcohólicas antes de manejar y agregó que chocó el cono puesto en el operativo “como reacción”. Consultada por qué no frenó el vehículo después de evitar el operativo, dijo: “¿Cómo dos pendejos vamos a frenar si nos estaban tirando tiros de todos lados?”.
Versión policial
Minutos antes de la entrevista, el subjefe de la Unidad Regional XVII, Gustavo Rapuzzi, mantuvo un diálogo telefónico en A Diario (Radio 2). Según su relato, Juan Cruz iba en un Volkswagen Fox, chocó un auto que estaba detenido por el control de tránsito y al darse a la fuga casi embiste a personal municipal y policial. “De casualidad no atropelló a alguno de ellos”, remarcó.
Rapuzzi sostuvo que fueron entre cinco y seis minutos de persecución policial y que se hicieron disparos de arma de fuego “en la parte baja del auto para hacer cesar la carrera”. Añadió que al estacionar en Montevideo el 400, donde ocurrió el homicidio, golpeó en el rostro a un policía que se dirigió a arrestarlo y en el “forcejeo” con otro agente recibió el impacto de bala. Aseguró que la bala ingresó por la parte frontal, no como indicó la novia de la víctima, que señaló que fue por la nuca.
Consultado por qué bajó con un arma en la mano a realizar la detención, el funcionario policial explicó: “No sabían si (Juan Cruz) tenía arma. Como manera preventiva tras semejante persecución cualquier policía bajaría con un arma en la mano”.
El subjefe de la Unidad Regional XVII describió al presunto autor material del homicidio como “un compañero de trabajo, buen empleado y padre de familia”.