Desde la puerta del Centro de Justicia Penal, la mamá de Emiliano Cáceres, esperaba este martes temprano el inicio del juicio contra dos policías acusados de ocultar pruebas en la investigación del choque donde murieron su hijo y Facundo Aguirre, en febrero de 2014. Son la madre del conductor del auto en el que viajaban las víctimas, Federico Gómez, y el comisario Fabián Fantín, que trabajó en el caso; ambos están acusados de ocultar y adulterar evidencia en favor de Gómez, quien en 2015 fue condenado a tres años de prisión condicional en el primer juicio oral y público por un homicidio culposo en un siniestro vial desde la implementación del nuevo Código Procesal Penal en Santa Fe.
En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra en Radio 2, Fabiana Ferreyra celebró el inicio del juicio “a pesar de las interrupciones durante 4 años, por un motivo u otro”. Según confirmó, está prevista una presencia en el ingreso del edificio judicial hasta el 28 de agosto próximo, fecha de finalización del juicio.
“Desde el comienzo dijimos la verdad y denunciamos todo lo que hicieron por encubrir al conductor”, señaló en referencia a los supuestos encubrimientos de Gómez y Fantín que fueron investigados por las madres y los amigos de las víctimas, entre ellos, la omisión de actas de prueba, violación de medios de prueba y abuso de autoridad. “La madre de Gómez se llevó parte de las pertenencias de nuestros hijos, ingresó el vehículo con ellos adentro. Las actas no coinciden tampoco, sabemos que le dio agua al hijo sabiendo como funcionaria que eso no es posible. Había botellas de cerveza en el auto que fueron retoradas”, enumeró. Finalmente, consideró que “existen un montón de cosas que debemos demostrar” en esta instancia.
De acuerdo a lo que publicó El Ciudadano, ambos policías están corridos de sus cargos a la espera del juicio. Pedirán condenas de un año y seis meses de pena para Gómez, un año para Fantín, el pago de multas y el doble de tiempo de inhabilitación en los cargos públicos de cada uno.
El caso
En la madrugada del 22 de febrero de 2014, al bajar el viaducto Che Guevara, el auto que conducía Federico Gómez y en el que iban Emiliano Cáceres, Facundo Aguirre y dos amigos más chocó contra un camión que estaba estacionado por avenida Pellegrini hacia el este, apenas pasada la intersección con Provincias Unidas. Emiliano y Facundo murieron en el acto.
Un juicio oral y público terminó con la condena del conductor a tres años de prisión en suspenso en 2015. En tanto, las mamás de las víctimas investigaban una serie de irregularidades de parte de los policías Gómez y Fantín relacionadas a las pertenencias de los jóvenes. También, plasmadas en las actas de la investigación policial y problemas con los análisis de sangre y orina.