El ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, aseguró este jueves que renunciará si el próximo domingo el pueblo griego vota a favor de la propuesta de las instituciones acreedoras sobre el rescate griego en el referéndum convocado por el gobierno. En tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó que la necesidad de financiación del país entre 2015 y 2018 es de 50.000 millones de euros y calificó su situación de deuda como “insostenible”.
"Renunciaré como ministro si los votantes griegos se muestran de acuerdo con llegar a un acuerdo en el referéndum", dijo Varufakis tras aclarar que seguirá prestando su ayuda "a quien sea" para reconducir la situación de crisis de la deuda del país.
Varufakis también aseguró que Europa estuvo "haciendo las reglas a medida que avanza la crisis" desde 2008 y confió que espera que los griegos sigan la recomendación del gobierno de rechazar las propuestas de rescate, que traería aparejados más aumentos de impuestos y ajustes presupuestarios.
En la consulta los ciudadanos están llamados a votar si aceptan o no la propuesta de las instituciones, – Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI) –, a cambio del desembolso del rescate financiero.
El gobierno rechaza este plan porque, según Varufakis, el paquete de reformas "no era sostenible", pero precisó que decidir esta opción no es apoyar la salida de Grecia del euro, sino todo lo contrario.
"Prefiero cortarme el brazo" antes que firmar un nuevo acuerdo, reportó el portal RT.
El martes pasado, Varoufakis fue el encargado de anunciar que Grecia no pagaría los 1.600 millones de euros de vencimiento de deuda del mes de junio al FMI.
La posible renuncia de Varufakis pone en jaque el llamado del primer ministro Alexis Tsipras a "respetar el resultado sea cual sea" para "salvaguardar la unidad nacional".
Por su parte, según informó EFE, el FMI indicó este jueves que la necesidad de financiación de Grecia entre 2015 y 2018 se ubica en 50.000 millones de euros, por lo que incluso bajo el plan presentado por los acreedores internacionales requeriría 36.000 millones de euros más por parte de los socios europeos.
En el análisis publicado, el Fondo considera la deuda de Grecia "insostenible" y asegura que la situación empeoró desde la llegada al Gobierno del izquierdista Alexis Tsipras al rebajarse los objetivos fiscales y ralentizarse la aplicación de reformas estructurales.
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