El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ratificó la celebración de un referéndum el próximo domingo sobre el ajuste reclamado por sus socios y prestamistas europeos y acusó a estos últimos de "chantajear" a su pueblo para votar por el "sí" al ajuste.
"El referéndum del domingo no se refiere a la permanencia de Grecia en la eurozona", sentenció el premier en un discurso televisado dirigido a la Nación, horas después de que los primeros sondeos de intención de voto mostraran una ventaja inicial para el "no" a los ajustes, la posición que defiende el gobierno griego.
"El «no» es un paso decisivo para un mejor acuerdo. El «no» no es para romper con Europa. Es para regresar a Europa", agregó el primer ministro en su discurso, un día después de que Grecia perdiera el acceso a miles de millones de euros en ayuda financiera europea y de que incumpliera un pago con el FMI.
En el mismo mensaje, Tsipras garantizó los salarios y las jubilaciones, destacó que ellos siguen en la mesa de negociación dispuestos a alcanzar "un buen acuerdo" y acusó a sus acreedores europeos de "chantajear" a los griegos "para que voten «sí» a medidas que no dan ninguna solución a la crisis actual".
Horas después, en una entrevista con la televisión pública, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, adelantó que, cuando retomen las negociaciones el próximo lunes, Atenas "está dispuesta a aceptar incluso medidas duras con la condición de que haya una reestructuración de la deuda y un programa de inversiones".
El domingo pasado, tras el fracaso de las negociaciones con sus acreedores y sin una nueva inyección de euros por parte de Bruselas, Tsipras se vio obligado a imponer un corralito bancario y a cerrar los bancos y la Bolsa para evitar una nueva corrida que provoque un derrumbe del sistema financiero del país.
Este martes, esta parálisis se volvió a sentir cuando Atenas no consiguió una prórroga de último minuto del Eurogrupo para mantener vigente el plan de ayuda económica.
La primera consecuencia fue que el país mediterráneo entró en mora con el FMI por no cumplir, por primera vez, con un vencimiento de la deuda externa.
El FMI informó este miércoles en un comunicado que no aceptó la prórroga que Atenas pidió, por lo que el país europeo seguirá en mora y no podrá pedir nuevos préstamos al organismo de crédito internacional.
En el marco de esa pulseada, el gobierno griego se mantuvo firme en su posición de rechazar un nuevo ajuste y someterlo a consulta popular, mientras que en Europa sus socios siguieron haciendo explícita rechazo y su presión.
Desde Berlín, la canciller alemana, Angela Merkel, reiteró que no se sentarán a dialogar con el gobierno griego hasta que se conozca el resultado del referéndum.
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