Un haitiano está varado en el aeropuerto de Rosario desde hace casi una semana. Fremont Herns, de 48 años, que llegó a la Argentina como turista en febrero último. El permiso para permanecer en esa condición –turista– tiene una duración de 90 días, por lo cual en mayo pasado, dicha autorización se venció.

El sábado 4 de noviembre Herns se presentó en el Aeropuerto Islas Malvinas con un pasaje de la línea aérea Copa, la misma con la que ingresó al país, nueve meses atrás. Al presentarse al mostrador, le advirtieron que ese vuelo no salía desde Rosario, sino desde Ezeiza, y le ofrecieron pagar ese trayecto para poder hacer la conexión.

Él dijo que no tenía dinero para solventarlo y quedó en evidencia que había superado el plazo de su estadía, por lo cual debía pagar, además, una multa.

Twitter/@Lra5Rosario

Así comenzaron las conversaciones con el pasajero quien, a pesar de sus limitaciones idiomáticas, ya que no domina el idioma español, dijo que era estudiante de la facultad de Ciencia Política (UNR). Esto último fue desmentido por la Dirección Nacional de Migraciones, desde donde definieron el caso de Herns como “desnaturalización del criterio de ingreso al país”. Es decir: que ingresó con un fin distinto al que terminó motivando su permanencia, pasados los 90 días desde su arribo; pero remarcaron que el hombre “no está en infracción migratoria ni cometió delito”.

En diálogo con el programa La primera de la tarde (Radio 2), el delegado de la Dirección Nacional de Migraciones de la provincia de Santa Fe, Germán Pugnaloni, explicó que desde esa dependencia se comunicaron con el Consulado Haitiano de Buenos Aires, algo que también hicieron el gobierno provincial y municipal, a fin de resolver la situación y que Herns pueda regresar a su país, a la brevedad.

Según explicó el funcionario, el escollo está ahora en la compañía aérea, ya que migratoriamente, el pasajero no tiene inconveniente en salir. “Además –señaló Pugnaloni– desde Migraciones emitimos una resolución que lo dispensa del pago de la multa excepcionalmente, para que pueda abandonar el país sin ningún inconveniente. No está en situación de expulsión del país porque todavía tiene una vía administrativa que agotar y está en todo su derecho”, afirmó.

La situación está trabada en la empresa Copa y el hombre decidió permanecer en la estación aérea hasta que se solucione su problema. Come lo que le dan en los bares, utiliza el baño del aeropuerto y duerme en los sillones de la sala de espera, aguardando la resolución de su caso.