De acuerdo a un relevamiento elaborado por la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), la disparada del dólar impactó de lleno en los rubros relacionados con el mantenimiento de los vehículos.
En primer lugar, la suba de los combustibles hace cada vez más costoso el uso cotidiano de un auto. Las naftas se incrementaron entre un 30 y un 35% en 2018, por lo que cargar un tanque de 55 litros cuesta entre %1.800 y $2.200.
Las subas han sido tan abruptas que en agosto se registró un incremento del 84% en la conversión de vehículos a GNC, unas 15.810 unidades, cuyo metro cúbico sale entre $11 y $14, y un equipo nuevo ronda los $40.000", destaca el informe.
Otro dato es que el precio de los lavaderos se duplicó en los últimos dos años: de $ 160 pasó a $ 320. Sobre lo que se llama la atención en el trabajo de la UNDAV es que se incrementó entre un 20 y un 22% el peso que tiene mantener un auto en la canasta familiar.
Mientras que también destaca que los precios de los vehículos crecieron por encima de la inflación, con una suba de 33%, frente al 24% acumulado en los primeros 8 meses del año. De hecho, los diez vehículos más económicos arrancan en los $335.000 llegan a los $425.000.
"Los aumentos de precios en un contexto recesivo, de fuerte caída del salario real y con tasas de interés que se tornan prohibitivas para financiar planes de pago generaron que los últimos meses muestren fuertes caídas en las ventas al mercado interno.
Los patentamientos de agosto cayeron a un ritmo de un 25% interanual", consigna el informe.