La fuerte devaluación de la semana pasada impactó ya en los precios de los autos cero kilómetro, en un marco de caída del número de ventas.

Las subas van del 5 al 20 por ciento según la marca y el modelo. Y ni siquiera los modelos nacionales se salvaron, pues la mayoría de sus componentes tienen precios dolarizados.

Así las cosas, apenas tres modelos de fabricación nacional se consiguen hoy por menos de $500.000: el Renault Sandero, cuya gama va de $391.100 a $528.300, la Renault Kangoo (de $452.700 a $655.900) y el Fiat Cronos (de $481.500 a $627.100).

Hay de todos modos alternativas más baratas, pero todas se fabrican en el extranjero: Renault Kwid (a partir de $360.700), el Nissan March ($365.500), el Toyota Etios ($373.700), el Ford Ka ($373.800), el Fiat Mobi ($342.300) y el Chery QQ ($385.700). Son todos brasileños, excepto el último, que viene de China.

En el segmento mediano, los vehículos de producción nacional ya superan los 600 mil pesos. Algunos ejemplos: Peugeot 308, de $603.000 a $806.907; Ford Focus, de $624.200 a $864.800; Renault Fluence, de $624.300 a $829.900; Chevrolet Cruze, de $659.900 a $907.900; y Peugeot 408, de $675.500.

Otros modelos de origen local que sufrieron la devaluación son la Volkswagen Suran (de $636.300 a $786.200), la Honda HR-V ($745.900 a $882.900) y la Toyota SW4 (de $1.216.800 a $1.296.300).