En Tanzani existe una milenaria creencia que vincula a las personas albinas con la buena suerte y que los convirtieron en blanco mutiladores y asesinos. Y es que, de acuerdo a esta tradición, las partes de su cuerpo sirven para realizar "pociones mágicas". Una mujer contó que fue víctima de un grupo de hechiceros que le amputaron las manos y parte de un brazo.

Según publicó BBC Mundo, Mariam Staford Bandaba se encontraba en su hogar cuando varios hombres ingresaron a su habitación, la redujeron, atacaron y le cortaron las manos y parte de su brazo derecho. Con las partes de su cuerpo los “Brujos de Tanzania” prepararon pócimas y brebajes contra los malos efluvios, siempre de acuerdo al informe de la BBC Mundo.

Tras un período de larga recuperación, la mujer logró sobreponerse a la traumática mutilación y desde hace un tiempo trabaja en un taller de tejido.

Se calcula que en el país africano hay unos 30 mil albinos, de los cuales varios pasaron por situaciones similares a las de Miriam, por ese motivo el gobierno prohibió a los hechiceros en un intento de impedir que los albinos sigan siendo víctimas de persecuciones y homicidios.