Cada vez aparece más evidencia que demuestra los perjudiciales efectos que causa el exceso de azúcar en la salud. Es por eso que crecen las promociones de bebidas light que se muestran como una alternativa “saludable” a las tradicionales. Sin embargo una reciente investigación demostró que todas estas bebidas, sean endulzadas con azúcar o edulcorantes artificiales, pueden triplicar el riesgo de alzheimer o ictus.
Los autores del estudio trataron de cuantificar el efecto del consumo de bebidas azucaradas o edulcoradas sobre el volumen cerebral y las funciones cognitivas, sobre todo el pensamiento y la memoria. Con ese objetivo, tomaron a más de 4.000 pacientes mayores de 30 años a los que sometieron a pruebas de imagen por resonancia magnética y distintos test cognitivos, según consignó ABC Salud.
Además llevaron un seguimiento durante una década a 2.888 participantes mayores de 44 años, apuntando a establecer una relación entre el consumo de estas bebidas y el ictus, mientras hicieron lo propio con otros 1.484 mayores de 59 años para evaluar una posible asociación con la demencia.
¿Qué encontraron? “Descubrimos una asociación entre una ingesta elevada de bebidas azucaradas y una atrofia cerebral, incluido un menor volumen del cerebro y una peor memoria”, indicó Matthew Pase, director de la investigación.
“Asimismo, también hemos visto que la gente que bebe refrescos dietéticos a diario es más proclive a contraer diabetes, y tiene un riesgo casi tres veces mayor de padecer demencia o ictus”, añadió.
Para despejar dudas con posibles enfermedades preexistentes, excluyeron de la investigación a la población diabética, e igualmente el consumo de bebidas dietéticas se siguió asociando al riesgo de demencia.
La conclusión a la que llegaron fue que ni las bebidas azucaradas ni las artificialmente edulcoradas son buenas para el cuerpo y el cerebro. Lo mejor sigue siendo tomar agua.