Rosario miró con envidia el diluvio desatado en Buenos Aires bien temprano y en otros puntos del país. Es que desde el viernes el calor se apoderó de la ciudad y la lluvia se hizo desear. A las 16 de este sábado la temperatura marcó 34,2 grados y la sensación térmica subió a 38,6. Más tarde llegaron vientos frescos y a las 20, el registró cayó a 23,2, aunque sin precipitaciones a esa hora.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió todo tipo de alertas. A las 15.30, un aviso por tormentas fuertes que incluyó al centro y sur de Santa Fe. Y a las 17.08 añadió una advertencia de corto alcance (dura tres horas) por lluvias intensas con ráfagas.
Ese parte especial abarcó al norte de Buenos Aires, sudoeste de Entre Ríos y los departamentos Constitución y Rosario en el sur de Santa Fe.
Sin embargo, no hubo tormentas en la ciudad de Rosario durante ese lapso. Recién al atardecer hubo vientos frescos pero sin lluvia.
En paralelo, el alerta regular se actualizó a las 17.30 con la promesa de "tormentas, algunas fuertes provocando fundamentalmente abundante caída de agua en cortos períodos, ráfagas, fuerte actividad eléctrica y ocasional caída de granizo”, dice el SMN.
“Se prevé que entre lo que resta del día de hoy y la madrugada del domingo 11 estas condiciones se extiendan al resto del área de cobertura, en donde las tormentas podrían alcanzar intensidad fuerte o severa. Se determina el cese de alerta para el sudeste de la provincia de Buenos Aires y el centro y sudeste de La Pampa”, añade el parte.
El pronóstico del domingo y lunes es con chaparrones y tormentas con mínimas de 22 y 20 y máximas de 27 y 25, respectivamente.