Un estudio realizado por equipos de las universidades de Guelph y Toronto ha descubierto que tomar leche en el desayuno ayuda a rebajar los niveles de glucosa en sangre durante todo el día, lo que puede ser de gran utilidad para tratar la diabetes tipo 2.
Cabe aclarar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que los niveles de glucosa no deben superar nunca los 160 mg/dl en las dos horas siguientes a haber comido, mientras que ya se habla de diabetes si esos niveles alcanzan o superan los 200 mg/dl.
A través de este trabajo, los investigadores comprobaron que la leche que se añadía a los cereales del desayuno disminuía los niveles glucemia postpandrial. Y lo más importante es que estos se mantenían en esa condición incluso después del almuerzo, según consignó ScienceDaily.
Pero además, también observaron que las proteínas lácteas ayudaban a producir hormonas gástricas cuya función es hacer que la digestión sea más lenta, aumentando así la sensación de saciedad, y reduciendo el apetito. Si bien este estudio es preliminar, marca un camino a seguir en la búsqueda de soluciones a esta extendida enfermedad.