Julieta Herrera, la hermana de Jonatan, el chico que murió al ser baleado por policías que participaban de una persecución y mientras él lavaba su auto en la puerta de su casa en enero de 2015, pidió este jueves a los jueces “revertir el fallo bochornoso” que dejó en libertad a los responsables.
“Nuevamente nos toca manifestarnos en la puerta de Tribunales pidiendo justicia por la muerte de mi hermano y dar pelea acá afuera”, dijo la joven a Radio 2 en el marco de los actos preparados en paralelo a la audiencia de apelación de la sentencia.
“Sabemos que la situación es difícil pero queremos revertir el fallo bochornoso. Todavía no sabemos quién le disparó a mi hermano”, agregó Julieta y recordó que la agente señalada como responsable fue “absuelta por unanimidad” y el resto de los involucrados recibieron penas menores, en abril que pasó.
“Tenemos que decir además que esas condenas las están cumpliendo en libertad”, criticó en relación a la “libertad restringida” otorgada para dos policías que participaron del crimen.
Esta mañana, realizaron la intervención teatral “Yo sabía: jueces y fiscales están con la Policía”. Por la tarde, el "Panel sobre violencia institucional" con la presencia de referentes, concejales y concejalas de la ciudad y a las 18 un festival con, entre otros, Varón de Ludueña, Dúo Remolinos, Los Chapitas de la República, Marcos de Farolitos y Pedro Pontes y les Militantes del Ritmo.
El viernes las actividades continúan con una manifestación para que los jueces Javier Beltramone, Bibiana Alonso y Georgina Depetris "estén a la altura de las circunstancias, reviertan la sentencia y condenen adecuadamente a los policías asesinos de Jonatan".
"Una justicia que niega y garantiza impunidad”
Este jueves y viernes se realizan las audiencias de apelación de la sentencia por el homicidio de Jonatan Herrera. Desde la Multisectorial contra la violencia institucional recordaron que “el 4 de enero de 2015 Jonatan fue acribillado por policías del Comando Radioeléctrico (CRE) y de la recientemente creada Policía de Acción Táctica (PAT), mientras lavaba su auto en la puerta de su casa”.
“En un primer momento, se intentó cerrar la causa por juicio abreviado, una respuesta totalmente a contra marcha de la especial obligación que tiene el Estado de investigar casos de violencia policial y graves violaciones a los derechos humanos. Este caso evidenció prácticas policiales violentas, especialmente sobre jóvenes de sectores populares y prácticas policiales de encubrimiento y alteración del lugar del hecho, a fin de lograr su impunidad. También evidenció prácticas del Ministerio Público de la Acusación (MPA) que incumplen estándares internacionales para la investigación (pronta, efectiva, completa, independiente e imparcial) y la determinación de responsabilidades en estos casos”, afirma el comunicado.
“Sin embargo -continúa-, durante el juicio quedó evidenciada la responsabilidad policial. No obstante, el 6 de abril, los jueces Curto, Alarcón y Zvala dictaron una sentencia bochornosa, que atentó gravemente la vigencia efectiva de los derechos humanos y que consagró impunidad. Gladys Beatriz Galindo, agente del Comando Radioeléctrico, acusada de homicidio calificado, fue absuelta por unanimidad".
La Multisectorial concluye: "Ramiro Rosales, agente de la Policía de Acción Táctica, acusado de homicidio calificado fue condenado a sólo 6 años y 6 meses de prisión por homicidio culposo. Francisco Javier Rodríguez, Luis Alberto Sosa y Alejandro Jonatan Gálvez, agentes de la Policía de Acción Táctica, fueron condenados a 3 años y 8 meses por abuso de armas agravado. Jonatan Herrera fue una víctima de las nefastas políticas de seguridad de la provincia de Santa Fe, de una justicia que niega, no investiga y garantiza impunidad”.